Hoy se ha vivido uno de los momentos más emocionantes de la temporada en el LPGA, aquel en el que la que fue número uno del mundo durante 157 semanas, y que será la golfista más joven de la historia en entrar en el Hall of Fame, le ha entregado el trofeo a su amiga Carlota Ciganda, a quienes les une mucho más que su pasión por el golf y que el año pasado se quedó con las ganas de la victoria en segunda posición. Admiradora mutuamente una de la otra, las dos han dado prioridad a sus familias, cediendo la participación en torneos importantes para estar siempre donde tenían que estar. Las dos tienen un carisma especial y se han ganado el reconocimiento internacional por su lucha y tesón en esta dura carrera hacia la victoria. Lorena se subió al liderato mundial y costó apearla de allí, de un lugar que la navarra se ha puesto entre ceja y ceja para llegar más pronto que tarde, si es posible.
Lo cierto es que Carlota nos ha hecho disfrutar de una temporada espectacular: ese ansia por la victoria, que todos hemos compartido con ella y que ha tenido cerca en tantas ocasiones le ha llevado a firmar 7 top 10 a lo largo del año, pero cinco de ellos han sido en los últimos cinco torneos disputados; a saber, 8ª en Taiwán, 1ª en Corea, 10ª China, 8ª en Malasia y 1ª en México. Si a esto le unimos una participación muy digna en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, es para empezar a aplaudirle y no parar.
Sin embargo Carlota aún no da la temporada por cerrada ya que le queda una cuenta pendiente en el CME Group Championship, la final del LPGA que se disputa esta semana en Florida y que hace dos años se le escapó en un play-off en el que se impuso Lydia Ko. Ojo, que esta forofa del fútbol –de casta le viene al galgo- puede acabar con hack trick para rematar el año.
Carlota es muy grande, inmensa, y me atreveré a decir que Carlota será la primera golfista española que consiga ganar un Grande; tiempo al tiempo.
Si (
No(
