Se ha celebrado este fin de semana el HSBC Champions, uno de los cuatro Campeonatos del Mundo que se juegan actualmente y lo ha ganado Russell Knox.
El escocés tiene que estar fuera de sí, porque han tenido que alinearse los astros y ponerse de acuerdo las fuerzas ocultas para que todo cuadrase. Antes de empezar el torneo era el séptimo reserva, y cuando ya no esperaba que el destino le hiciera un sitio en el “field” de este torneo, la renuncia de J. B. Holmes ha permitido que jugara su primer Campeonato del Mundo y, lo que es mejor, que lo ganara.
Llegó justo a tiempo de jugar la última vuelta de prácticas el día antes del comienzo del torneo, y tuvo que llevarle la bolsa su mujer, porque el caddie no pudo estar allí para hacerlo. Luego todo ha discurrido a pedir de boca y Russell ha acabado embolsándose más de un millón y cuarto de euros, además del honor de ganar en su primera participación en un Campeonato del Mundo, la posibilidad de tener dos años de exención si decide ejecutar la tarjeta europea y un salto hacia arriba en el “ranking” mundial que le deja alrededor del puesto treinta, lo que le va a asegurar su participación en todos los campeonatos importantes que quiera jugar, incluidos los Grandes. Felicidades a Knox por este salto de calidad y un recuerdo para John Daly, que acudió como reserva al Campeonato de la PGA de 1991 siendo el noveno en la lista pero el único que podía llegar a tiempo.
Su oportunidad se debió a la circunstancia de que Nick Price iba a ser padre en esos días y renunció a jugar, por lo que comenzaron las llamadas a los reservas y tras ocho negativas llegó el sí de Daly. Tan justa fue la situación que jugó con el caddie de Nick Price, y ganó brillantemente con aquel juego salvaje que exhibía en su juventud y que le llevó a conseguir la jarra de clarete del Open Británico cuatro años después. Cuando está escrito que un jugador llegue a ganar grandes cosas, los astros o quien sea se encargan de ponerse de acuerdo y las oportunidades llegan. Sólo hace falta que el agraciado esté en el sitio propicio a la hora indicada.