Calificaba la semana pasada como el más grande a Jordan Spieth, que sin duda lo fue, pero seguramente no lo hice con la sensación de perdurabilidad que debería. Parece que el chaval hizo un Masters como para merecer las alabanzas de este Hoyo 19 y de cualquiera, pero en realidad ha hecho mucho más.
En sus últimas doce
apariciones en torneos oficiales sólo se ha salido tres veces de los diez
primeros, más una vez en que no ha pasado el corte. Hay tres victorias, el Hero
World Challenge, el Valspar y el Masters, ahí es nada, dos segundos puestos en
los Open de Texas y de Houston, un cuarto y varios séptimos, y claro, Jordan
lidera la FedExCup.
En lo que va de temporada lleva más de cinco millones de
dólares en premios, y no podemos decir que se esté definiendo como una promesa
muy sólida, sino que es uno de los mejores jugadores de la actualidad, sin
medias tintas.
Acabando de ganar una chaqueta verde en Augusta se aplicó con
tantas ganas en el RBC que hubo momentos en que estuvo entre los posibles
ganadores de otra chaqueta, la de cuadros escoceses que dan como premio en el
Torneo del Royal Bank of Canadá.
En fin, que
pongo mi driver en el fuego a que tenemos una nueva estrella en el panorama
golfístico mundial y cuando lleguen los próximos Campeonatos del Mundo y, sobre
todo, los tres próximos Grandes a mediados de Junio el U.S. Open, mediados de
Julio el Open y mediados de Agosto el PGA, vamos a tener otro protagonista en
que fijarnos con atención.
Mientras
tanto, felicidades a Jim Furik, que con un swing que parece que podría hacer
cualquiera y con un comportamiento siempre caballeroso, es uno de los viejos
rockeros que siempre me gusta que triunfen. Furik ganó en play off su segunda
chaqueta a cuadros rojos y lleva diecisiete victorias en el PGA Tour,
incluyendo un Abierto de los Estados Unidos.
Tres victorias más y tendrá
exención de por vida, algo que sin duda merece y que le permitirá jugar sin
agobios cuando se acerque al Senior Tour allá por 2020. Por último, no quiero
dejar de mencionar la última vuelta en el torneo de China de Álvaro Quirós, en
la que hizo nueve abajo, y pudieron haber sido once menos y récord del campo si
no hubiera cometido un par de bogeys. Enhorabuena a Quirós y nuestros ánimos
más encendidos. Espero que muy pronto vuelva a estar en su sitio y a mostrar su
mejor golf.