Ser el gran favorito para todo el mundo no es fácil, ni siquiera para el jugador más en forma del golf mundial, Rory McIlroy. El norirlandés sabe, como todos los que toman parte en este torneo, que el Masters no se gana el primer día, pero que si se puede perder y hoy el de Holywood ha hecho muy bien su trabajo aunque él haya sido el primero que haya salido con ganas de algo más.
Sus primeros dieciocho hoyos se han saldado con uno bajo par, con 71 impactos y con tres birdies y dos bogeys. Un trabajo que le ha llevado a terminar en el 18 con putt de apenas metro y medio para salvar ese menos -1 que le da la fuerza suficiente para intentar terminar los cuatro dias venciendo a un recorrido que hoy tampoco estaba fácil, con greenes receptivos pero con unas banderas muy complicadas, más de tercer día que de jornada inaugural del torneo.
Mañana Rory tendrá una nueva oportunidad para dar otro mordisco en la clasificación e intentar acercarse a la cabeza del torneo y encarar el fin de semana con todas las opciones de intentar ponerse el domingo su primera Chaqueta Verde y conseguir su primer Grand Slam. Veremos si lo consigue. Hoy ha hecho la primera parte del camino y no le ha ido nada mal.
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