Esta semana el dinero ha sido protagonista en la información general y también en el golf. La oferta de Under Armour a Jordan Spieth confirma el interés de muchas empresas por tener a grandes jugadores de golf como aliados del negocio.
No ha trascendido la cuantía del contrato ofrecido al joven jugador estadunidense, pero teniendo en cuenta los 200 millones de dólares que Nike le ofreció a Rory McIlroy por 10 años, o el contrato que la propia Under Armour ha ofrecido al jugador de la NBA Kevin Durant para la próxima década, en torno a los 270 millones, no es descabellado pensar en las tres cifras también para Spieth.
Son cifras mareantes en una economía globlal deprimida en su séptimo año de crisis. Los estímulos que el Banco Central Europeo ha anunciado esta semana son un buen empujón para animar a la economía. El objetivo es luchar contra el fantasma de la deflación y dar un impulso al crecimiento. Más de un billón de euros, 60.000 millones al mes desde marzo de este año hasta septiembre de 2016 para comprar bonos, una inversión con riesgo compartido con los bancos centrales en un 80 por ciento. Se trata de una medida que para muchos llega tarde y que ya en 2008 puso en marcha la Reserva Federal de Estados Unidos. Eso sí, el BCE recuerda que es esencial que las reformas estructurales se apliquen de forma efectiva para evitar que se repitan los errores.
De momento el anuncio ha llenado de optimismo los mercados y es lógico. Un respaldo de esta naturaleza puede servir para dar el salto definitivo, ya de una vez por todas, y volver a una velocidad de crucero siempre pendientes, claro, del rumbo y de que no haya ningún iceberg nuevo en el camino. La medida no llegará al bolsillo de los ciudadanos de forma directa, pero es un primer paso.
En la industria del golf, los contratos millonarios a algunos jugadores no llegan tampoco de manera directa a todos los que de alguna u otra manera están en contacto con el sector. Sin embargo, es una señal. En la lista Forbes de marcas de deportistas más valoradas hay dos entre las cinco primeras que se refieren al golf: Tiger Woods y Phil Mickelson, que están también entre los diez deportistas que más dinero ganan en otra de las listas de Forbes. El reinado de Rory McIlroy o la apuesta por Jordan Spieth confirma que se buscan nuevas referencias también en el golf, un deporte que promueve una serie de valores que muchas empresas quieren compartir.
La apuesta por el golf demuestra además que en este deporte hay un componente social y empresarial que tiene muchas ventajas. Como en la economía, habrá que pensar en reformas estructurales para popularizar esos valores y evitar que se repitan errores. Así, los estímulos en forma de inversiones podrían aumentar para seguir avanzando.