Cuando Rory McIlroy logró el Open, el norirlandés reconoció que no había terminado la temporada y que ahora tendría que ponerse nuevos retos. Dicho y hecho, con su victoria en el Bridgestone y después en el PGA Championship, todavía no ha dado por terminado el curso, y en los Play Offs de la FedEx Cup ha firmado un 22, un quinto, un octavo y un segundo puesto, para acabar tercero.
El año ya ha sido espectacular para Rory McIlroy, recuperando el número uno del mundo y con tres victorias seguidas en el PGA Tour y otra en el European Tour (BMW PGA Championship). Además suma 11 top ten en el PGA Tour, incluido un octavo puesto en el Masters y un segundo en el Honda Classic, y dos top ten más en el Tour Europeo, cuando firmó un noveno puesto en Dubai y un segundo en Abu Dhabi.
McIlroy quiere rematar la faena, y en un momento dulce, en el que ni siquiera los cuatro putts en dos rondas consecutivas en el hoyo 12 del del BMW Championship le han afectado demasiado. Ahora, en la Ryder tiene que poner la guinda a una temporada de ensueño. Será su tercera Ryder, después de vivir las victorias de 2010 y 2012, dos ediciones en las que ha sumado nueve puntos, con cuatro victorias, tres derrotas y dos empates. El número uno debe ser uno de los guías del equipo europeo después de un año sensacional