En unos días comenzará una de las competiciones más ansiadas por golfistas y aficionados. La Ryder Cup es probablemente el torneo que más motiva a los jugadores, donde algunos como Sergio García la describen como "una competición con la que soñé desde pequeñito, me vuelve loco jugarla, no hay ninguna como esta".
Y es que
la Ryder tiene algo especial, entre otras cosas que es una competición que se
juega por equipos, lo cual fomenta el compañerismo en un deporte que es
individual y en el que muchos jugadores sufren lo que yo llamo "la soledad del
golfista", dando en esta ocasión la oportunidad de vivir alegrías y fracasos en
compañía, unas sensaciones que el golfista vive de forma diferente e intensa.
A esto
hay que añadir que en el equipo europeo salen con una motivación extra, y es
que la Ryder siempre irá unida a la figura de Seve, a quien fue dedicado el
último triunfo, y quien, pese a su ausencia, sigue siendo un fuerte elemento de
motivación.
En el
golf, como en cualquier otro deporte es fundamental ir motivado, ya que es la energía,
el impulso, lo que hace que lo des todo en el campo. No hace falta jugar la
Ryder para sentir esas ganas de competir y notar la diferencia en tu juego
cuando no estás lo suficientemente motivado.
Cuanto
más motivado estás, mejor te lo pasas, y como dice Miguel Ángel Jiménez, "el
mejor es el que más se divierte", lo cual aumenta la probabilidad de hacer
buenos resultados, pero, a veces, un exceso de motivación puede ser
contraproducente.
Las
ganas de ganar, la ilusión por hacer sentir orgulloso a tu país y entusiasmar a
la afición, son sensaciones increíbles y pueden ayudar mucho a conseguir
energía para dejarse la piel en el campo, pero es importante que los jugadores no
se dejen llevar demasiado por esta exaltación y sepan canalizar bien la energía
una vez en el tee, ya que, todo eso es muy positivo y motivador, pero no nos
vale para pegarle bien a la bola cuando estamos frente a ella.
Lo
importante es tener paciencia y concentrarse en ese "aquí y ahora", en lo
realmente útil para poder conseguir ese objetivo que se han propuesto de ganar,
y centrar toda la atención en una pregunta: "¿qué tengo que hacer en este momento, para conseguir
lo que quiero después?"; centrarse en el golpe que tiene delante y en como pegarle
lo mejor posible a la bola, poniendo la
atención en todo aquello que pueden controlar, como es el estar concentrados en
una buena rutina, un objetivo donde se quiere dejar la bola, analizar el tipo
de golpe que se quiere pegar, elegir el palo, comprometerse con el golpe ...etc.
es importante ilusionarse pero sin perder de vista el objetivo que una vez en
competición es el de ir golpe a golpe, con paciencia, sin tratar de adelantarse
a pronosticar resultados.
Repito,
lo mas importante es que los jugadores consigan estar centrados en el presente
"aquí, en este momento y ahora" para poder regalar a los aficionados una bonita
victoria.