Una semana de luces y sombras y con la mirada puesta ya en la
Ryder Cup. Es como las tardes de fútbol del domingo, una de las compensaciones de una jornada que apunta al final del descanso. La cita en Gleneagles alegra la mirada de los que vuelven a principios de septiembre, y más todavía a los que ya están clasificados.
El equipo de Paul McGinley tiene ya una estructura sólida y falta el Open de Italia para confirmalo. De momento Jamie Donaldson ha conseguido rubricar su presencia en el grupo con su victoria en la República Checa. Y ahora tienen sus opciones, al menos para ponerse a tiro, hombres como Ian Poulter, Stephen Gallacher, Miguel Ángel Jiménez, Francesco Molinari, Joost Luiten, Luke Donald, Lee Westwood e incluso Gonzalo Fernández Castaño.
De momento en The Barclays, ni Donald ni Westwood, ni Poulter han demostrado un momento brillante mientras que Gonzalo Fernández Castaño empieza a encontrarse cómodo. En la República Checa, Stephen Gallacher ha terminado en un buen séptimo puesto, y en Italia deberá refrendar ese buen juego junto con Francesco Molinari y Joost Luiten.
En el equipo estadounidense, Hunter Mahan ha dado un gran grito para dejarse ver; Brandt Snedeker, Keegan Bradley o Brendon Todd deberán hacer más por convencer, mientras que Kevin Na asoma con un top ten muy valioso.
Es el objetivo a la vuelta de un mes de agosto que nada ha tenido que ver con unas vacaciones, donde se han jugado muchas cosas importantes, y en un semana final donde ha destacado además la participación de España en los Juegos Olímpicos de la Juventud, con un estreno del golf en Olimpíadas, para abrir boca de cara a Río, otro carrusel deportivo al que seguir conectado en esas tardes de domingo.