El mundial de los "Tiempos Muertos"

Ha habido de todo en la concentración de la Roja, hasta comentarios de los nuestros sobre la victoria de la modesta selección de Costa Rica ante Uruguay convirtiéndose en el segundo sorpresón del Mundial y haciendo que los que han apostado por ellos para ganar el mundial sueñen con creer que pueden ganar la famosa estatuilla de oro y embolsarse por cada euro jugado 2.500. En realidad a los costarricenses le quedan como a España, Brasil, Alemania o Argentina cuando jueguen todos ellos su primer partido, seis para ganar la ansiada Copa.

Pero quizá este mundial no se recuerde por la manita naranja a España, ni por la exagerada presencia publicitaria en casi cada aspecto del juego -por ello la FIFA se embolsará cerca de 4.000 millones de euros- sino porque será el mundial de los tiempos muertos.

Siempre que haga en un campo más de 32 grados centígrados, los entrenadores o el propio árbitro podrán pedir un tiempo muerto para que sus jugadores no rocen la lipotimia segura y caigan rendidos al sol de justicia brasileño.

Hoy podrá ser el primer tiempo muerto y como en el básquet los entrenadores podrán dar sus consejos a unos jugadores asfixiados por el calor que buscarán el agua como remedio milagroso a todos sus males.

Las botellas de agua, claro, sólo pueden ser de la marca patrocinadora del mundial. Lo del reloj de los minutos de descuento ya lo ha visto todo el mundo. Se ve más la marca de los relojes de la H que los minutos que quedan, ¿y que me dicen de los auriculares de los jugadores?, esos que todos llevan cuando bajan de los autobuses cuando llegan a los estadios. La FIFA ha llegado a un acuerdo con Sony y ha regalado a cada uno de los jugadores del mundial un par de su último modelo para que los usen y así, claro que no se vean por la tele la marca de la competencia.

Será seguro, el mundial del dinero, de los estadios sin terminar, de la manita naranja, de los tiempos muertos y del árbitro japonés que pitó el penalti más dudoso que he visto en mi vida.