La regla en cuestión, más o menos abreviada, dice así:
Segunda bola
En el juego por golpes, si un competidor duda sobre sus derechos o sobre el procedimiento correcto durante el juego de un hoyo puede, sin penalidad, terminar el hoyo con dos bolas.
Después de surgida la situación dudosa y antes de tomar una acción posterior, el competidor debe anunciar a su marcador o a un compañero-competidor que tiene el propósito de jugar dos bolas y qué bola desea que cuente si las Reglas lo permiten. Si no lo hace así, se aplica lo previsto en la Regla 3-3b(ii).
El competidor debe informar de los hechos de la situación al Comité antes de devolver su tarjeta de resultados. Si no lo hace así, está descalificado.
En el golf aficionado se evitarían situaciones embarazosas y discusiones inútiles si todo el mundo conociera, supiera aplicar y beneficiarse de esta regla.
En torneos de aficionados, el problema también está en que el jugador que quiere utilizarla, cuando llega a consultar al comité de competición de la prueba, se encuentra en muchas casos con que no existe, o bien la persona que tiene que decidir no tiene los fundamentos necesarios para poder sancionar, y mucho menos volver al lugar donde se produjo la situación para analizarla.
Cuando el lunes puedes reclamar a instancias y comités, la clasificación es ya inamovible.
En el siglo de las nuevas tecnologías, podríamos poner un servicio de atención al jugador aficionado para consultas vía whatsapp, perdón es broma, o no.
Este comentario va dedicado a dos buenos amigos, buena gente, que si hubieran aplicado esta regla, quizá se habrían ahorrado un mal rato.