Ni siquiera una tarjeta de 62 golpes, la mejor de su carrera en el primer día del Trofeo Hassan II le ha quitado su discurso. Y eso que fue un "día de esos en los que te sientes bien", decía. Aupado al liderato no ha soltado las riendas y ha terminado por llevarse el triunfo, el cuarto español en el Tour esta temporada.
La rutina y el trabajo paso a paso ha sido una constante en Alejandro Cañizares que en estos ocho años en el Tour ha visto pasar la victoria muy de cerca. En su mejor año, 2010, en el Iberdrola Open Cala Millor de Mallorca, Cañizares casi lo tocó con los dedos. Venía de ser tercero en el Open de España y décimo en Italia. Tras un torneo intenso, terminó por ir a un play off con Peter Hanson en el hoyo 18 de Pula Golf, un par 3 donde el sueco tiró a centro de green mientras que el español fue a por la bandera y cayó en bunker, una actitud valiente que le costó el torneo pero que demostró que la rutina seguía su curso.
Tras su triunfo en 2006 en el Open de Rusia, al año siguiente terminó segundo en el Open de Madrid, con tres top ten en esa temporada. En los dos años siguientes hizo también dos top ten en cada temporada.
2010 fue su mejor año, con cinco top ten, dos de ellos segundos puestos, el de Malloca y el del Open de Francia, y un tercerpuesto en el Open de España. En los cuatro siguientes años ha firmado tres top ten en cada uno de ellos. Bendita rutina que esta temporada puede tocar a su fin con 16 pruebas pasando el corte desde el mes de setiembre y con más confianza todavía. En todo caso Alejandro Cañizares no cambiará el discurso para buscar, con su rutina, "uno de esos días".