Una norma común no escrita entre los jugadores de golf y los caddies es contar el número de palos en el campo de prácticas antes de salir a jugar y pisar el tee del 1. Todo el mundo lo hace, jugadores y caddies ya que un error en ese sentido puede costar muchas cosas, desde no pasar el corte o bajar muchos puestos en la clasificación hasta perder un Open Championship, como le pasó en su momento al galés Ian Woosnam que tras el fallo despidió a su caddie Miles Byrne.
Ayer, en la segunda jornada del US PGA Championship , volvimos a vivir esa misma situación. Esta vez el damnificado fue el estadounidense Woody Austin que tras darse cuenta de que llevaba 15 palos en el hoyo tres fue penalizado con cuatro golpes -le ragla impone un castigo de dos golpes por hoyo con un máximo de cuatro- sumando esos cuatro impactos a una tarjeta que al final terminó con 71 golpes.
Austin, que el primer día del torneo había firmado 69 golpes, hubiera pasado el corte con +1 pero con la sanción de cuatro golpes más su tarjeta se quedó en 144, uno más que los 143 (+3) que necesitaba para poder jugar el fin de semana en Oak Hill.
Tras la eliminación la explicación: "Estuve entrenando en el campo de prácticas un híbrido de Adams de 21 grados porque pensaba sustituirlo por el hierro tres y al final no lo sacamos de la bolsa. No ha sido un error del caddie, dijo, sino de los dos. Deberíamos haber mirado y contado los palos pero no lo hicimos. La verdad es que me siento estúpido".
Austin, de 49 años, y que hace un mes ganó su primer torneo en la PGA en Estados Unidos el Sanderson Farms en los últimos seis años, se ha complicado también con esta corte fallado su inclusión en los Play-Offs de la FedEx Cup ya que ahora ocupa el puesto 134 y sólo entran los primeros 125 jugadores de la lista de ganancias con lo que deberá apretar y mucho las próximas semanas.
Lo que si está claro es que como a Woosnam, esto no le volverá a pasar nunca más, seguro.