La emoción, expresada por José María Olazábal nada más conocer el
fallo del Jurado de boca de su presidenta Arancha
Sánchez Vicario, se corresponde con la última gran imagen del golfista
vasco tras ganar la Ryder Cup como
capitán del equipo europeo. Una emoción, primero contenida, luego dedicada y compartida,
y finalmente desbordada.
Olazábal se sentía hoy
orgulloso de recoger el mismo galardón que su amigo Severiano. Y desde la humildad que caracteriza al guipuzcoano, estoy
seguro que siempre pensará que aun siendo el mismo premio, y situándose a
idéntico nivel, el suyo estará un escalón
por debajo del de SEVE. Por respeto y
por cariño.
Pero Olazábal no conseguirá ceder ni
un segundo de protagonismo porque los focos de la actualidad se empeñan en
apuntarle. Aún esta pasada semana
buscaba su clasificación para el US OPEN en unas previas como si de un
"novato" se tratara. Las ilusiones de
Txema están intactas y las del Golf español renovadas.
La Federación Española
con Gonzaga a la cabeza acertó presentando la candidatura y hoy sólo queda
escribir en mayúsculas ¡Felicidades "capitán" Olazábal¡ Príncipe y Golfista.