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Consumo y gestión de agua

Por Concepción Carazo
domingo 26 de mayo de 2013, 00:00h
El consumo hídrico  en el riego de los campos de golf ha sido el aspecto  que ha suscitado más controversia. El  desarrollo del golf asociado  al destino turístico se ha traducido en la construcción  de  extraordinarios establecimientos hoteleros y  zonas residenciales  en el total de  nuestro territorio pero primordialmente  a lo largo de la costa mediterránea.
El turismo, principal industria de nuestro país, demanda condiciones climáticas de altas temperaturas, insolación elevada y precipitaciones escasas, esto hace que la oferta aumente el servicio de agua en zonas con grandes problemas de suministro, sobre todo en época estival, y que se produzca un debate socioeconómico sobre la competencia de actividades productivas , principalmente  con los cultivos de regadío en la explotación  agropecuaria.

Ciñéndonos única y exclusivamente  al consumo de agua de un campo de golf  de medida estándar  18 hoyos y 50 hectáreas por campo y para el tipo de césped bermuda (Cynodon dactylon)  especie de clima cálido,  en la costa mediterránea y con una evapotranspiración alta, se ha estimado la cifra total de 6.500 - 8.000 m3  /ha/año, resultado de promediar los datos ofrecidos, máximos y mínimos en diferentes estudios  y diversos autores de la sociedad académica y científica acerca de los consumos de agua en campos de golf de Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía.

Comparando esta cifra, con las que requieren los cultivos de regadío de arroz-12.000 m3/ha/año, alfalfa-12.000 m3/ha/año, la cifra  en el riego de campos de golf es menor, pero si se contrasta con el riego de cítricos 8.500 m3/ha/año, invernadero  5.000 m3/ha/año, uva de mesa 4.500 m3/ha/año es mayor o similar.

Con respecto a la gestión, en España el agua es un bien escaso y esencial, que a través de siglos y civilizaciones  se ha sabido canalizar y distribuir para  abastecimiento y consumo, y que en la actualidad, esa escasez puede ser atenuada   por la aplicación del desarrollo tecnológico y la presencia de normas legislativas que regulen el recurso hídrico.

Hay que señalar la existencia del Real Decreto 1620/2007, del 7 de Diciembre, por el que se establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas para uso recreativo, de calidad 4.1 para el riego de los campos de golf, en concreto de aguas regeneradas que son aguas residuales depuradas  con tratamiento terciario, donde se reduce la contaminación microbiológica ( virus, bacterias) y se eliminan  nutrientes como nitratos y fosfatos que en concentraciones elevadas   dañan al césped  y aumentan la salinidad, pero que en concentraciones pequeñas sirven para su abono. 

La calidad de las aguas regeneradas se garantizan llevando un adecuado seguimiento y control de las instalaciones depuradoras con análisis periódicos semanales, la adaptación de normas sanitarias  y su correcto cumplimiento permite la utilización de estas de forma segura en la explotación de un campo de golf. Además en su gestión, permiten disponer de agua en cualquier momento, independientemente de las precipitaciones , ello supone una garantía de abastecimiento y un ahorro para las reservas hídricas.

Podemos exponer varios ejemplos, el Plan Madrid Dpura (2006), por el que el Canal de Isabel II y la Confederación Hidrográfica del Tajo sustituyen el agua procedente de captaciones subterráneas para el riego de zonas deportivas en explotación por agua regenerada de las depuradoras de Madrid. O la empresa pública de aguas  dependiente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental que riega 37 campos de golf con aguas regeneradas de  7 depuradoras a lo largo de 100 Km de la costa malagueña.

Toda esta tecnología aplicada no es excusa  para el consumo responsable del agua en estas instalaciones deportivas, así como en nuestro hogar aplicamos sistemas de ahorro, en los campos de golf los objetivos para minimizar el empleo de agua en el riego  deben ser los siguientes:  la utilización de especies cespitosas adaptadas al clima, reducción de la superficie de irrigación  para regar solamente las áreas de juego, sistemas inteligentes de riego dotados de estación meteorológica  para su programación diaria con objetivo de ajustar el agua suministrada a las necesidades reales, utilización de sistemas de drenaje para recuperar el excedente de agua y rellenar los acuíferos o con lagos de gran capacidad para almacenarla.  En resumen, medidas para conseguir un uso eficiente del agua destinada al riego.

Para concluir, la preservación del recurso por la innovación tecnológica,  la aplicación de un modelo de desarrollo sostenible y el respeto por el medio ambiente son muestras del compromiso medioambiental realizadas  por el mundo del golf, medio ambiente y golf, un binomio inseparable que esperemos  mejore la imagen de este deporte en  el conjunto de la sociedad española.
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