García cierra con buena nota

Esta claro que esta temporada está siendo diferente para un Sergio García que está haciendo las cosas muy bien y con una diferencia abismal respecto a otros cursos: está disfrutando con lo que hace, se encuentra muy centrado y ve que los resultados están llegando.

Sergio, que partía a principios de este Masters como uno de los grandes favoritos a la victoria, rubricó todas las expectativas en la primera jornada firmando un -6 espectacular que lo situaban como colíder junto al australiano Marc Leishman y que nos hacían soñar con la posibilidad de reeditar la última victoria española en un Masters de Augusta lejos ya en aquel 1999 cuando Chema se puso la Chaqueta por segunda vez.

Tras esos sieis ilusionantes bajo par, el castellonense no pudo repetir la buena vuelta del primer día sin bogeys -algo que no conseguía desde 2002- y en su segunda tarjeta aparecieron los primeros +1 del torneo para él, cuatro.

Con dos abajo empezó un día del movimiento en el que Sergio aguantó la presión de poder acercarse a la cabeza y nadar y guardar la ropa para el último día. Sus terceros 18 hoyos se saldaron con tres bogeys, cuatro birdies y un doble bogey al 11 que hicieron que terminara con 73 impactos y más uno que no le daban muchas más opciones para el domingo que intentar mejorar en la clasificación y optar a buscar un sitio lo más alto posible en la tabla.

Y eso fue, precisamente, lo que hizo. Con paciencia, con mucha profesionalidad y sabiendo que en juego estaba subir en el Ranking Mundial, mejorar puestos en la tabla y salir de Augusta con la sensación de haber hecho un buen trabajo y, por supuesto, olvidar la farse que en este mismo campo dijo sobre que no era capaz de ganar un Major.

En su cuarta y última vuelta García terminó al par en los nueve primeros con un bogey al 4 y birdie al 8 mientras que en los nueve segundos siguió mejorando sus cifras con dos birdies al 10 al 13 y al 15, pares en el 16, 17 y bogey para cerrar el 18 y para acabar con tres bajo par. Al final, un marcador para él de -3 que le dejan buen sabor de boca y con la ilusión de luchar a partir del jueves por el Open de España.