McIlroy, sin anestesia
domingo 10 de marzo de 2013, 00:00h
Rory McIlroy ha salido del dentista. Su retirada del Honda Classic por un fuerte dolor de muelas después de dos actuaciones muy poco brillantes en la temporada le habían dejado con una fuerte anestesia que se le ha pasado el domingo en el Blue Monster.
Lo que llevamos de año para McIlroy no ha sido fácil. El norirlandés número uno del mundo cambió de palos para pasarse a Nike, junto con Tiger. Su estreno en Abu Dhabi fue decepcionante, sin pasar el corte, y en el Accenture, la primera cita mundial, cayó en primera ronda.
Fueron dos pruebas de fuego para comprobar que el joven norirlandés no estaba a gusto. Estaba como anestesiado. La pobre impresión que dejó en el Honda Classic, con una retirada en el hoyo 9 de la segunda ronda cuando había firmado un +7 fue definitiva, y saltaron las alarmas. McIlroy alegó un fuerte dolor de muelas y parecía que la anestesia tenía que ser más fuerte.
La actuación en el Cadillac dejaba claro que los músculos no estaban todavía despiertos, con una primera ronda de 73 golpes, y dos rondas más de 69 y 71 golpes no era suficiente como para despertar del todo. Cuando uno va al dentista y le ponen anestesia, los momentos posteriores son muy incómodos, sin poder morder a gusto. Y McIlroy parecía afectado.
Sin embargo, el domingo se ha demostrado que se ha pasado el efecto de la anestesia, se ha recuperado la sensibilidad, y una de las causas ha sido el efecto de Tiger ganando con autoridad. Ha sido una victoria que ha dejado a McIlroy los dientes afilados y preparados para volver a morder porque se le ha quitado, del susto, la anestesia.