Colsaerts y Lawrie, por muy poco

Era este partido uno de los más igualados a priori y, desde luego, sin favoritos a la hora de asegurar quien podría llevarse la victoria al final de los dieciocho hoyos. Colsaerts, mirado con millones de ojos por su excelente torneo, era el principal peligro del equipo europeo mientras que por parte americana Dustin Johnson parecía llegar a la cita en un excelente estado de forma y con una victoria en su único partido jugado.

A lo largo de los dieciocho hoyos la igualdad fue denominador común aunque en ningún momento los europeos fueron por delante en el marcador. Su mejor situación se produjo en el 1 y en el 7,8 y 9 donde lograron empatar en el marcador pero sus verdaderas opciones llegaban en los dos últimos hoyos donde se acercaron mucho a la victoria.

Tanto que en el 16 un gran par de Peter Lawrie le daba el hoyo y conseguía de nuevo empatar en el marcador a falta de dos hoyos por jugar. El dieciocho iba a marcar el destino y el resultado del partido y quizá las verdaderas posibilidades del equipo europeo en esta Ryder Cup.

En el 17, un espectacular par 3 de 161 metros y con la brisa a favor, Johnson dejó su bola a unos siete metros y con un gran putt embocó para firmar un birdie que les hacía llegar al 18 con uno arriba y sabiendo que ya tenían, como poco, medio punto más en el marcador.

Al final. Colsaerts tuvo un putt de unos tres metros para empatar el partido pero esta vez no tuvo fortuna y los americanos sumaron un nuevo punto que dajeban las cosas en un preocupante 10 a 4 para los norteamericanos.