Lumine Golf ha apostado por el golf y con dos campos de 18 hoyos y uno de 9, más un beach club, cuenta con un escenario que se ha convertido ya en la nueva diversión para los aficionados al golf. Técnica y potencia repartidos a partes iguales en la Costa Dorada.
El buque insignia de Lumine Golf es Lumine Lakes,
un diseño de Greg Norman dirigido a pegadores. Se trata de un links con mucha agua, en homenaje al tiburón blanco, y en 14 de sus hoyos entra en juego. Destacan sobre todo el 12 y el 15, donde hay que jugar con más estrategia y en palabras del responsable comercial de Lumine Golf, Tomás Llanza, "hoyos de auténticos profesionales".
Este recorrido del 18 apuesta por grandes competiciones y en su diseño se puede disfrutar del golf con golpes muy largos, combinados con algunos precisos para poder llevar a cabo la estrategia planificada.
Junto al links, otro recorrido de 18 hoyos totalmente distinto, el Hills, con más montaña y más pinos, e incluso dos canteras de piedra que decoran dos hoyos, encajados mágicamente en ellas, como el 13 y el 17, y donde el jugador saldrá sorprendido. En este diseño prima la colocación y una salida demasiado impetuosa puede ocasionar problemas en un paisaje combinado muy espectacular.
Para ampliar la oferta, 9 hoyos muy entretenidos, denominados Ruins, también muy diseñados para pensar, y que además cuenta en sus calles con una calzada romana que le da un punto histórico y clásico al golf.
Para Lumine Golf, esta oferta constituye una atracción nueva enfocada al golf, que incluye además un Club de Playa donde poder reposar las aventuras golfísticas, en un escenario mágico, junto a Port Aventura, donde el jugador de golf también puede triunfar.
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Tomás Llanza analiza Lumine Golf