Poder jugar en campos como St. Andrews y Carnoustie -ambas sedes habituales del Open Championship- o Kingnsbars es todo un privilegio pero poder estar a unos centímetros de la famosa Claret Judge lo es todavía más. En el museo de St. Andrews hay una réplica con la que te puedes fotografiar, pero en Carnoustie estaba expuesta a la entrada del Club para que todo el mundo disfrutara de ella.
La original Jarra de Clarete, la primera, fue robada del Royal & Ancient y jamás fue recuperada. Inmediatamente se hizo una répilca que sigue descansando en la sala principal del Club más famoso del mundo pero esta a veces viaja a campos cercanos para que los aficionados la puedan también disfrutar.
Esta semana estaba en uno de los grandes campos escoceses, Carnoustie. Aquel en el

que Sergio García perdió aquel Open Championship al que llegó en la última jornada con seis golpes de ventaja y que Harrington le robó en un Play-Off que nadie queríamos.
Allí, en el hall de la espectacular casa club, reposa la Jarra de Clarete protegida por una urna que la muestra todos los visitantes que quieren disfrutar unos minutos de ella antes de salir a jugar.
Es como un curioso ritual. Como si uno viera la copa y después jugara un campo espectacular dándose cuenta lo difícil que puede llegar a ser conseguir un trofeo como ese.