martes 24 de julio de 2012, 00:00h
La mayoría de lectores de esta columna, se extrañarán de que yo siempre defienda una frase mítica, cuando digo que “golf es golf ".
Todas las semanas que me lo puedo permitir, sigo a distancia las retransmisiones televisivas de los torneos y como ya comenté en un escrito anterior, me parecen demasiado anodinas y llenas de demasiadas imágenes fijas y publicidad, demasiados golpes repetitivos y solamente cuando uno de los nuestros va bien clasificado o estamos ante la ejecución de un golpe no habitual, abro los ojos como platos. Solamente se salva de esta crítica los magníficos profesionales y comentaristas que con sus consejos y comentarios nos lo hacen mas ameno.
Pero esta semana algo ha cambiado, el Campo de Royal Lytham & Saint Annes Golf Club, donde se ha celebrado el Open Champions Chip (como se llama ahora) aunque para mí será siempre el British Open, he visto otro tipo de golf. La mayoría de aficionados y pongo de ejemplo a mi amigo “Luismi “ cuando llegamos al tee de salida ya llevamos el driver en la mano, muchas veces nos damos cuenta de que es un par 3 de 120 metros y tenemos que volver a buscar el palo adecuado, siempre queremos darle al driver, el famoso refrán de “Las maderas dan la gloria y los putts la victoria “, no va con nosotros.
Quizá debido a los pocos torneos en campos tipo links que hay en España, carecemos de cultura estratégica para jugarlos, todos nosotros lo hemos sufrido en nuestras carnes, por eso ante el despliegue salidas con hierros medios y largos, híbridos y algún valiente que se atrevía con el driver, es decir jugar con estrategia para salvar los bunkers, que para eso están, no como en la mayoría de campos donde los bunkers son refugio de los jugadores anti-roug.
Sé que para muchos eruditos El Royal Lytham no es el mejor campo para celebrar el British, pero yo personalmente he disfrutado muchísimo y aplaudo el diseño del campo (he leído en alguna parte , que en sus inicios tenía 365 bunkers, uno por cada día del año), y los putts de 3 ó 4 metros que se fallaron durante bel torneo, , la recepción y la velocidad de los greenes, seguramente si alguien hiciera un estudio a fondo nos explicaría por que en los partidos de tarde, tantos jugadores se quedaron cortos del agujero.
Muchos dirán que en Gran Bretaña hay muchos campos mejores y con las mismas características de dificultad , sobre todo cuando la lluvia o el viento hacen acto de presencia, pero yo vivo del presente y Royal Litham sin esos factores externos ha dado mucho juego. Para mi amigo Luismi eso de jugar un golpe para atrás ya no es una quimera, sólo es cuestión de estrategia.
Todo este despliegue de estrategia habrá servido para que muchos forrabolas, entre los que me incluyo, cuando nos enfrentemos a un Links le tengamos el respeto que se merece.