Ernie Els logra su segundo Open

Scott lo tenía todo controlado. Estaba tranquilo y parecía, viendo su rostro, que no se estaba jugando nada. Pero en juego estaba la posibilidad de ganar el mejor torneo de golf del mundo y entrar en la historia de este deporte.

El australiano, que el sábado había dejado señas claras de su enorme calidad golfistica, empezó a jugar desde el tee del 1 sin arriesgar pero sabiendo que si hacía bien las cosas y pisaba el acelerador lo justo la Jarra de Clarete sería suya.

Hasta el hoyo 16 sus rivales, incluído el sudafricano Ernie Els, sabían que tenían poco o muy poco que hacer. El australiano estaba jugando como una roca y no había manera de que fallara un golpe fuera de lo normal de un recorrido como este. Sin embargo las tornas cambiaron para todos en el hoyo 15 donde Scott firmó su cuarto bogey del día para empezar a preocuparse de verdad.

Pero este error no parecía ser demasiado importante por si mismo aunqe los tres siguientes en el 16, 17 y 18 si lo fueron. Con esos cuatro bogeys, el australiano tiró por la borda todo el trabajo de la semana y tras su último putt fallido en el 18 incó sus piernas en el green dándose cuenta de la oportunidad que había perdido.

Els, que había firmado tres pares consecutivos en el 15, 16 y 17, se vió obligado para tener alguna opción de victoria a hacer un birdie en el 18 y lo hizo embocando un putt de cuatro metros que lo llevó directamente a esperar en el putting green para ver si Scott fallba también en el 18. Con un sandwich vegetal y una botella de agua, Els recibió la noticia de su victoria, la cuarta en un torneo del Grans Slam y la segunda en un Open Británico -la primera fue hace 10 años. "Big Easy" vuelve a lo más alto. Ya se lo decía su mujer a principios de temporada. "Este año ganarás un Major".