Rory McIlroy intenta salirse del radar
miércoles 18 de julio de 2012, 00:00h
Como uno de esos aviones invisibles al radar, Rory McIlroy quiere aparecer por sorpresa en el Open. El norirlandés número dos del mundo llega con otra mentalidad muy distinta a la del año pasado, cuando fue recibido como un héroe tras ganar el US Open.
El número dos del mundo quiere paz y tranquilidad en su objetivo de recuperarse del bache en el que ha caído esta temporada. Después de comenzar como un tiro, segundo en el Accenture, ganador en el Honda Classic y tercero en el Cadillac, Rory McIlroy pinchó en el Masters terminando en el puesto 40, y aunque todavía pudo terminar segundo en el Wells Fargo y séptimo en el St. Jude Classic, no pasó el corte en el PLayers, en el Memorial y en el US Open. Su décimo puesto en el Open de Irlanda le ha dado ciertas esperanzas.
"Todo el mundo tiene malas rachas, pero siento que estoy jugando bien y dando bien a la bola así que creo que será una buena semana. Lo que hay que procurar es mantener la bola en juego evitando bunkers y rough". Nada nuevo bajo el sol pero que dicho por el número dos del mundo es más creíble.
McIlroy intentará mejorar el puesto 25 del año pasado en el Royal St. George, y es optimista de que lo puede hacer precisamente porque ahora cree que es menos foco de atención, que se escapa del radar y que puede volar sin ser visto para atacar por sorpresa.