lunes 25 de junio de 2012, 00:00h
Soy español, ¿a que quieres que te gane? Esta frase tan de moda en muchos deportes, desgraciadamente no podemos aplicarla fácilmente al golf. Si encima nuestros rivales son americanos, sudafricanos, británicos, australianos o irlandeses, mejor nos estamos calladitos.
Tenemos buenos jugadores , pero no tenemos esa figura que nos haga vibrar en la mayoría de torneos, solo de vez en cuando algún primer espada aparece en un top ten o gana un torneo del tour europeo, pero ¿los grandes? Cuando llegamos a uno de los grandes nos empieza a temblar todo y a duras penas pasamos el corte. Nuestro hándicap como país no es de los mejores en este deporte, el último Us Open nos acaba de poner en nuestro sitio, y van...
Necesitamos un Seve, o un Olázabal. Sergio podría haber sido nuestro tercer mosquetero, ya que nuestro admirado "Pisha" lleva tiempo defendiendo el pabellón español, pero difícilmente puede mejorar actuaciones anteriores. Tenemos un grupo de 10 ó 12 jugadores que compiten aceptablemente, pero en la mayoría de casas de apuestas, si alguno de ellos ganara un grande, seguro que se pagaría más que bien. Siempre hablamos de la presión excesiva que soportan nuestros jugadores, pero basta ya de excusas, en otros deportes no tienen tantos preparadores y psicólogos.
La presión hay que saber llevarla, no es una pretexto válido siempre que se falla o no se pasa un corte. Para mí es un acierto extremar las dificultades en los Majors, estoy harto de ver torneos anodinos donde el 90 % de los golpes son previsibles, las condiciones son las mismas para todos los jugadores, por lo tanto a tirar de coco y de estrategia. En este deporte siempre gana el que menos golpes hace, esté como esté el campo. Seguramente hay profesionales que están batiéndose el cobre jugando circuitos satélites, con un enorme esfuerzo económico, con poca ayuda de patrocinadores y apostando por un deporte duro y sacrificado.
Como ya dije en un anterior escrito, creo que para triunfar hay que pasar hambre, hambre de todo tipo, y a veces muchos se olvidan de eso, quizá sería importante que los medios de comunicación especializados y patrocinadores diéramos más cancha a estos últimos.