Ryder is different

José Ángel de la Casa, conocido periodista de TVE recordado muchas veces por cantar el famoso “gol de Señor”, decía recientemente en los premios de la APEI (Asociación de Periodistas e Informadores), la facilidad que tenían los periodistas de llegar a los jugadores, “algo impensable hoy en día”. En el mundo del golf esa tradición todavía no se ha perdido del todo. Con las salvedades propias del siglo XXI, es de agradecer la cercanía que la plana mayor del Circuito Europeo, y todo un capitán europeo de la Ryder para la edición de este año, han demostrado  a cinco meses de la celebración del evento considerado el más seguido tras los Juegos Olímpicos y los Mundiales de fútbol.

Este evento es la única cita deportiva que reúne a los europeos como equipo, un hecho asombroso teniendo en cuenta los problemas  fiscales y económicos en los que la Unión Europea se encuentra en estos momentos.  Una selección europea, capitaneada por un español, debería ser, ya de por sí algo extraordinario, y como tal no sería fácil acceder a los responsables, defendidos por los directores de comunicación empeñados en el error de que cuanto menos “molesten” a sus jefes mejor.

En un país con todavía poca cultura de golf, la mayoría no sabe ni siquiera qué es exactamente eso de la Ryder, y si viene el segundo capitán español después de Seve en la historia de esta competición cuya primera edición se celebró en 1927, cuesta valorarlo, otra razón que podría poner más barreras. Pero no, José Mari Olazábal y los responsables del Circuito Europeo se han mostrado accesibles y cercanos, atendiendo a todos con profesionalidad.

Conscientes de la tradición y de la importancia de este evento, pero también sabedores de la necesidad de comunicarlo, el golf vuelve a ser diferente. Su magia y misticismo no han borrado la esencia de esta competición, y el encuentro de Olazábal y la plana mayor del golf europeo lo confirma: Ryder is different y le da al deporte y al periodismo un valor superior.