McIlroy gana el Honda en el mejor día de Tiger
lunes 05 de marzo de 2012, 00:00h
El norirlandés Rory McIlroy volvió a demostrar -y lo hizo en suelo americano- que, hoy por hoy, no tiene rival. El nuevo número uno del mundo fue el mejor del torneo desde principio a fin demostrando que es el jugador más en forma del golf mundial. Tiger Woods, que sigue buscando su camino, firmó hoy un gran 62 y se quedó a dos golpes de la cabeza, aunque habría que preguntarse si los nueve golpes de diferencia con respecto al jueves son casualidad o parte de su evolución en su nueva etapa.
Parce que Tiger está en el camino, pero sin duda todavía le falta para llegar a niveles, no parecido sino similares, a los de hace dos años. Jugar como lo hacía en sus mejores tiempos parece imposible para un jugador que ha pasado lo que ha pasado. Viendo sus torneos y sus tarjetas está en el camino de la evolución pero que nadie piense que va a jugar otra vez como antes y que va a ganar con la misma facilidad que lo hacía antaño.
Ahora mismo, Tiger está en una etapa muy complicada. Esa en la que sus vueltas pasan del horror a la gloria, que se diferencian una de otra en 8, 9 y hasta 10 golpes. Aquellas en las que un día el putt no funciona nada y otras que parece que lo metes todo. Días en los que no fallas una calle y jornadas en las que sólo juegas en el rough o sobre los cactus y la arena del desierto.
Sin embargo, cuando un jugador está fino, sigue mejorando, trabaja a destajo y está concentrado en lo suyo, como le pasaba a Tiger hace algunos años, todo fluye a la perfección y como le sucedía a él, le daba un poco lo mismo quien estuviera tras él jugando a la desesperada, tirando golpes suicidas o intentando recuperar la confianza con intentos imposibles.
McIlroy está ahora mismo en otra onda que nadie puede seguir. Ni el número uno del mundo, que estaría viendolo desde el sofa de su casa, o el tres, el también inglés Lee Westwood, que se ha visto incapaz de hacerle sombra a este chaval de apenas 22 primaveras que sabe lo que quiere, que no tiene dudas sobre como quiere conseguirlo y que parece que una vez llegado a este punto, no tiene rival en el campo si las cosas le salen como él quiere.
Y por si todo eso fuera poco, la cabeza la tiene perfectamente amueblada. Ahora mismo ya es un heroe nacional en su país y, además, sus victorias son buenas para el golf. Siempre se habla de si Woods es bueno para el golf, de si su recuperación le hace bien al deporte o de la necesidad, casi imperiosa, de volverle a ver ganar para que esto se reflote.
Lo verdaderamente importante es darse cuenta de que hay jugadores tan jóvenes como lo era él cuando llegó a ser número uno y tan buenos como él, y que los tiempos pasan y los buenos jugadore siguen apareciendo ¿Qué hubiera pasado del golf si tras Hogan no hubiera aparecido Nicklaus, Watson, Ballesteros, Faldo o el mismísimo Tiger?
La vida sigue y ahora el nombre y el hombre es McIlroy le pese a quien le pese. Los demás tendrán que seguir remando, trabajando y mejorando si quieren subirse a ese tren norirlandés que ya campa a su gusto por las vias de todo el mundo del golf.
De momento, en el Honda Classic, Ha sido el mejor, con Woods y Gillis por detrás de él dando todo lo que tenían. Westwood, con otra portentosa vuelta de -7 ha tirado del carro jugando casi al límite y ahora con sólo tres días de descanso tendremos la oportunidad de ver la verdadera valía de un McIlroy que pasará en el Doral su primera prueba de fuego. ¿Apostamos?