Las "viudas" no van de negro en Casa Club

El programa, con un tema controvertido, fue una delicia, sobre todo porque las tres "viudas" estuvieron a un altísimo nivel explicando sus experiencias y sensaciones en este mundo del golf que viven, disfrutan y a veces, "sufren" desde hace años.

Maria Luisa Muriel aseguro que su caso era "especial" ya que su marido no era aficionado al golf, sino que este era su trabajo. Se quejó, entre otras cosas, de que había semanas en las que Gregoría trabajaba los siete días y argumentó que "su familia también le necesitaba, sobre todo cuando sus dos niñas eran más pequeñas".

Mercedes Jiménez, esposa de Carlos Balmaseda, aseguraba que respetaba a Carlos y su profesión al máximo, pero que muchas veces le echaba de menos por sus ausencia, a veces muy largas. "Yo ya sabía que era golfista profesional cuando me casé con él y en estos 15 años de matrimonio creo que lo he llevado bien. A él le encanta competir y si no lo hiciera se moriria, estoy segura", dijo.

Por su parte, Belén Olías era, quizá la única viuda golfística real del programa. Su marido es economista y trabaja mucho de lunes a viernes pero le encanta jugar el fin de semana y le apasiona el hoyo 19. "Yo he intentado engancharme al golf", pero no es lo mío", dijo entre risas.

Manolo, Constantino y Guillermo resaltaron la igualdad que hay hoy en día entre los "viudos" y las "viudas" del golf ya que "nosotros -hablando por los chicos-, también somos viudos por otras cosas que a las chicas les gustan más".

Constantino reconoció que "a veces nos obsesionamos con el trabajo y muchas veces eso no es bueno. Hay que estar más en casa".