Hacía muchos domingos que no “sufría “ tanto delante de la televisión, y el verbo sufrir lo utilizo en su acepción más positiva. Desde el jueves que, comenzaba con un vueltón impresionante de 9 birdies estábamos viendo que el canario Rafa Cabrera podría alzarse con el triunfo en Dubai.
Salía el jugador con un porte muy elegante, lo estaba haciendo bien y era consciente de ello. Los números cantan y en 72 hoyos sólo hizo tres bogeys. Tenía que ser la semana de Rafa porque, además de merecérselo y trabajárselo, ha plantado cara a los jugadores más reconocidos y les ha hablado de “tú a tú”. Rafa Cabrera se ha codeado en Dubai con lo más granado del golf mundial y lo ha hecho como es él, risueño, agradable y encantador.
Pienso que hemos sido muchos los que hemos seguido el torneo. Rafa en todo momento ha estado arriba y eso también nos ha pegado un poco más al televisor. Tengo que reconocer que en algún momento, cuando ya no podía más y no me quedaban uñas, necesitaba levantarme del sofá y desaparecer durante un par de minutos para ver si era capaz de tranquilizarme. Y era en esos ratitos cuando iba a ver a mi recién estrenado amigo “twitter”.
Yo estaba sola delante de la tele, pero éramos miles los que compartíamos las mismas sensaciones, los mismos nervios, las mismas alegría. Es increíble como nos podemos unir personas que no nos conocemos de nada pero que tenemos el mismo amor y respeto por este deporte y nuestros deportistas.
Cuando Rafa llegaba al hoyo 15, ya empezaba también a twitear con Emma Cabrera “la Bella” y la tensión ya era alta. A Westwood no le salían las cosas, no le entraba ningún putt, pero durante mucho tiempo hemos pensado que no se escaparían de un play-off a tres bandas. A mí me entraban continuamente tweets emocionantes, conmovedores en muchos casos. Todo el mundo con Rafa, desde Filipinas hasta Australia pasando por sitios mucho más cercanos, Molinari decía “Bravo Rafa, parece que Dubai es de los españoles”.
Otro español ganador, otro gran deportista, otro tío genial que se alza con el triunfo a base de currar, de pelear, de entrenar, de querer y de ser paciente. Todo eso no es “doping”. Con -18 y todos los ingredientes anteriores, RAFA ES GRANDE.