“Mi principal objetivo tras superar la lesión, aseguraba un eufórico Gonzalo Fernández Castaño, era ponerme en forma cuanto antes y ver si era capaz de jugar de nuevo. Cuando me di cuenta de que era capaz de jugar otra vez a buen nivel pasé unos dos primeros meses bastante complicados intentando volver a jugar bien.
Después, empecé a ver como mi juego iba mejorando y lo del mes pasado ya fue increíble. Sexto en Madrid, segundo lugar en Castellón, décimo segundo en Valderrama y, ahora, victoria en Singapur”.
Como es lógico Gonzalo no tardó ni un segundo en dedicarle la victoria a su familia, a sus amigos y a su esposa. “Estos seis meses han sido muy duros para mí pero también para mí esposa. En estos seis meses he estado sin jugar y en casa quejándome de esta situación y ella ha aguantado mucho, por lo que mi dedicatoria va para ella”.
De la misma manera, Gonzalo Fernández Castaño quería reconocer todo el apoyo que había tenido de su caddie. “Su comportamiento ha sido increíble durante todos estos meses. Él me llamaba una vez por semana durante mi lesión y me dijo que no me preocupara y que estaría esperándome todo el tiempo que fuera necesario. Su apoyo estos meses ha sido increíble”.