De los que consiguieron el objetivo por salir antes, Ignacio Sánchez Palencia, líder provisional con 5 bajo par, es quien sobrevivió mejor a las húmedas y frías condiciones reinantes, acompañantes incómodos que se hicieron omnipresentes a partir de las doce de la mañana.
”He empezado fenomenal, con cuatro birdies en los primeros cinco hoyos, pero luego me he ido desinflando poco a poco, tirando putts no tan buenos. Me ha tocado ir aguantando el tirón, porque el día se puso muy feo, con mucho viento y lluvia, y así hacer birdies era muy difícil. Entonces llegó el parón por lluvia, que a mí realmente me ha venido fatal, me he quedado frío y no he acabado de entrar en juego. Los greenes, a pesar de la lluvia, han drenado de maravilla. La gente de mantenimiento ha hecho un trabajo buenísimo porque había mucha agua”.
El granadino, como un tiro hasta ese momento, con 4 birdies y un solo bogey antes de la suspensión, acabó cariacontecido en la casa club a pesar de abrazar el liderato provisional. No en vano, la tromba de agua, que le pilló en el hoyo 12, supuso un freno inesperado a su trayectoria, zigzagueante y dubitativa a partir de la reanudación.
Con el frío y la humedad como parte integrante de su cuerpo –“tenía la ropa empapada y no me pude cambiar”, explicaba con resignación–, Ignacio Sánchez Palencia alternó a partir de entonces buenos golpes con otros de simple supervivencia, un doble bogey y dos bogeys nivelados con un par de birdies que deslucieron una actuación que aspiraba a un mayor brillo con el objetivo de reeditar los triunfos conquistados en el Peugeot Tour El Prat 2008 y el PGAe Sancti Petri 2009.
Mucho mejor se adaptaron a esas resbaladizas condiciones jugadores como Jordi García del Moral, Carlos Aguilar o Pedro Oriol, inmunes a la parálisis generalizada y autores de interesantes tarjetas –cinco bajo par los dos primeros, cuatro bajo par el madrileño– que les permiten ascender puestos en la clasificación provisional, en concreto hasta la quinta plaza en el caso del profesional castellonense, que acabó la ronda limpio de bogeys.
Pero el campo de El Valle resistía los envites del agua gracias al trabajo de los green keepers. “El equipo de mantenimiento de El Valle, con su greenkeeper Phill Laws a la cabeza, estaba preparado para algo así. Trajimos los rodillos de agua de la RFEG, aunque no han hecho falta de momento porque los greenes se han comportado muy bien. Han caído unos 30 litros en 30 minutos, pero pese a ello las calles estaban bien. Hemos tenido algún problema en los bunkers, pero es normal, los taludes han sufrido y algunos tienen agua. Durante la tarde noche vamos a tener que sacar agua de los bunkers y dejarlos lo mejor posible. Si no llueve más, el campo estará perfecto el fin de semana”.
Un poco más arriba, manteniendo la presión sobre el líder, Jesús María Arruti, afectado como casi todos por unas condiciones meteorológicas poco favorables para superar una jornada de transición en la que acaba segundo. El donostiarra volvió a demostrar que la experiencia es un grado y que, sea con sol, sea con lluvia, su hábil manejo de los palos le convierte en uno de los jugadores a seguir con suma atención.
A ese mismo grupo de candidatos se suman desde la tercera plaza el citado Jordi García del Moral, el navarro David Borda y el gaditano Raúl Quirós, mientras que Iñaki Alustiza, primer líder del torneo, uno de tantos que se quedó a medio camino en esta segunda ronda que acabará en la tercera, resbaló por su parte tabla abajo producto de varios errores todavía resolubles en una competición abierta a todos y donde lo fundamental, en esta convulsa segunda ronda, era de salvar los muebles.