En plena crisis Quinta da Marinha ha apostado con claridad y en pocos meses comienza a ver los frutos de su trabajo. Un campo de golf con más de 25 años cobra más fuerza con un nuevo hotel, Onyria Marinha, que ha apostado por la calidad.
Quinta da Marinha, en Cascais, es uno de los numerosos escenarios de golf en la región de Lisboa. Con amplia tradición este escenario confirma los valores del relax y el disfrute de una afición que sigue creciendo.
El recorrido, diseñado por el clásico Robert Trent Jones, cuenta con 18 hoyos ente pinares con greenes y tees en alto y paisajes para recordar de cara al Oceáno Atlántico.
Pero sus propietarios no se han conformado con su tradicional hotel de 5 estrellas y 500 habitaciones. Desde el pasado mes de abril cuenta con una nuevo hotel más especializado y con una clara apuesta por la calidad. Su director comercial, Joao Pinto Coelho, destaca que el objetivo es que el huésped se olvide de todo y pueda relajarse buscando esa calidad que ofrece un hotel moderno. Sus 68 habitaciones y cuatro suites cuentan, entre otras cosas, con jacuzi en la habitación, y la más pequeña alcanza los 40 metros cuadrados.
Además de sus cinco piscinas y tres restaurantes se encuentra el SPA y el clásico campo de golf cuyo recorrido se puede disfrutar desde el principio, con un par 5 abierto para dar con fuerza desde el tee. Combinando hoyos largos y cortos, el campo se hace cómodamente y destacan algunos desafíos concretos, como el del hoyo 5, donde hay que saltar un lago de 140 metros para dejar la bola en un green elevado. De esta primera vuelta destaca el 6 y el 8, a prueba de drives controlados.
La segunda vuelta, el ansiado objetivo es llegar al hoyo 13, un green con vistas al Atlántico muy agradable y en el que no será necesario salir con drive. El segundo golpe con vistas al mar merece la pena. Antes, en el 10, para comenzar la segunda vuelta se ha tenido que afinar con una buena salida y sobre todo un segundo golpe sorteando dos lagos. El aproach hacia la piscina del hotel puede ser peligrosa para los que no controlen.
Para terminar la segunda vuelta, el 15-17 y 18 se presentan fáciles a simple vista pero se complican durante el juego. La salida del 15 requiere mucha precisión y es muy emocionante. En el 17, cuesta arriba, también hace falta no fallar la salida, mientras que en el 18 el green está bien protegido para no perder la concentración.
Un campo conocido y de tradición que se ha renovado con un nuevo hotel, Onyria Marinha más moderno y atractivo, con un toque de calidad que sin duda es un aliciente más para este agradable recorrido.
Vea la entrevista a Joao Pinto Coelho