Con ello no quiero decir que el golf no sea un deporte competitivo, lo es, y sobre todo en match-play, juego por hoyos, una modalidad espectacular y donde sí compites con un jugador o equipo. Pero en el juego por golpes, muchos deberíamos reflexionar y entender que el principal competidor, y al que realmente tienes que ganar, es al campo y el segundo a ti mismo.
Muchos jugadores salen al campo con la obsesión de ganar a los compañeros de partido, y no valoran que realmente están compitiendo con otros muchos. Los retos que nos impone el golf son infinitos, el mismo campo y las condiciones pueden variar de una semana a la otra, y el resultado de la semana anterior no tiene nada que ver. Además existe otra palabra mágica que se llama “handicap”, un contrincante importante al que sí tienes que vencer.
Mi inefable amigo “Luismi “ siempre de camino del tee del 1 suelta socarronamente la frase "Hoy os voy a ganar “, y cuesta Dios y ayuda hacerle entender la modalidad en que vamos a jugar para satisfacer sus apetencias competitivas.
Con el paso de los años, hay una palabra importante que prevalece sobre todas, me refiero a la palabra "amigo". El golf nos proporciona esa oportunidad, la de participar durante cuatro horas en un juego o deporte con varias personas, que con el tiempo se pueden convertir en amigos, por eso a mi amigo “ Luismi “ le considero cariñosamente: “Compañero- competidor y sin embargo amigo“.