Diario de una caddie en El Encín

Dos jornadas de golf a cara de perro en un campo fantástico y muy exigente. El Encín Golf en Alcalá de Henares nos acogía a todos, jugadores y  caddies. Allí las estrategias de juego estaban a la orden del día, los libros de medidas oficiales llenos de anotaciones y los delicados pies de las chicas preparados para caminar 7 largos kilómetros, que es lo que mide El Encín. La mayoría de las caddies éramos mujeres.

Un calor brutal nos esperaba en el tee del 1. Tres jugadores y dos caddies éramos los componentes de ese partido y lo cierto es que nos prometimos a nosotros mismos pasarlo bien y jugar de lujo con las indicaciones que el conocimiento del juego nos daba a todos..., pura demagogia.

Cuando llegamos al hoyo 5 habíamos acabado con todas las existencias de agua y de Acuarius que llevábamos, que era bastante alta. La rapidez con la que funcionaban nuestras glándulas sudoríparas era de locos. El carro eléctrico comenzaba a padecer también golpes de calor y salía hacía cualquier lado menos al frente, al igual que las bolas de los jugadores. Los greenes parecían tener movimientos continuos y los bunker eran como los volantes de un traje de faralaes..., llegué a la conclusión de que los hoyos bailaban.

Al llegar al tee del 8 una aparición en forma de árbitro se posicionó delante de nosotros y nos “amenazó” con penalizarnos si no metíamos la primera e íbamos más deprisa. Me reí y con carita de pena le hablé medio moribunda: “Sr. Árbitro, no puedo más, veo doble, ¿todavía no hemos llegado al 16? Y él muy amablemente me respondió: “Ya lo creo que ves y además sumas doble.”

La bolsa cada vez más grande, el peto parecía ir encogiendo y pegándose al cuerpo hasta formar parte de el, el polo cambiaba de color a medida que se iba empapando, los pies creciendo y los zapatos… incluso llegué a  pensar que eran un número menos. INCREIBLE. No voy a seguir contando el recorrido porque a medida que lo voy haciendo estoy volviendo a sentir cada una de esas vivencias multiplicadas por dos, porque dos han sido las jornadas de este Campeonato de España con esta servidora haciendo las labores de caddie.

Ahora, ya sentada delante del ordenador, con todo eso casi olvidado y después de haber sumergido mis pies en agua helada, solo puedo decir que estoy encantada, que me ha parecido una experiencia preciosa, bastante dura porque además no siempre “el jefe” hace caso a lo que se le dice y eso al final pasa factura en la tarjeta.

El I Campeonato de España de Periodistas ha terminado y mis hombros han sido quemados por el sol,  mis pantorrillas tienen tantas agujetas que no voy a poder ponerme tacones en varios días y mis pies son ampollas con dedos, pero me lo he pasado tan bien y he disfrutado tanto que volvería a repetirlo……, confio en que me no me lo propongan hasta el año próximo. Quien quiera hacer un régimen de adelgazamiento que deje de lado la famosa dieta Dukan, que se calzen unos zapatos de golf, se ponga un peto y haga de caddie en un caluroso día del mes de julio y después que me cuenten los resultados. ¡HASTA LA PROXIMA COMPAÑEROS!!