Dos mujeres comparecieron ante el rey Salomón con dos bebés, uno muerto y otro vivo. Ambas mujeres afirmaban que el niño vivo les pertenecía, y decían que el muerto pertenecía a la otra. El joven rey escuchó a ambas mujeres y al fin dijo: Traedme una espada.
Le trajeron una espada, y Salomón dijo: Empuña esta espada, corta al niño vivo en dos y dadle una mitad a cada una. Entonces una de las mujeres exclamó: Oh mi señor, no mates a mi hijo. Que la otra mujer se lo lleve, pero déjalo vivir.
Pero la otra mujer dijo: No, corta al niño en dos, y divídelo entre ambas. Entonces Salomón declaró: Entregad el niño a la mujer que se opuso a que lo mataran, pues ella es la verdadera madre.
Quizá el Juicio de Salomón nos sirva para describir el sentimiento que en la tarde del domingo tuviemos muchos aficionados al golf viendo a Pablo Larrazábal y a Sergio García luchando por la victoria en el BMW International Open.
Sergio lo ha pasado muy mal en las dos últimas temporadas. La del 2010 casi pasó en blanco para él, planteándose en algunos momentos la posibilidad, incluso, de dejar el golf. Los 64 golpes que firmó el sábado en la tercera jornada del torneo alemán no los había hecho desde 2009 y la victoria en el BMW, tras el séptimo puesto en el US Open, le habría significado su total recuperación y su vuelta a la senda de los triunfos. Para él hubiera sido una victoria muy importante, igual que lo hubiera sido para el golf español, europeo y mundial.
En el caso de Pablo Larrazábal, sus necesidades de victoria eran quizá más acuciantes que la de Sergio. Este añó estaba jugando muy bien pero hace ya demasiado tiempo de su triunfo en el Open de Francia. El barcelonés atraviesa también por un periodo de cambios en su juego y en su mentalidad y las cosas marchan por buen camino.
Cualquier amante del buen golf y aficionado de nuestro país tendría, seguro, dudas, como las madres del Juicio de Salomón, para saber quién debería de haber ganado o quien necesitaba más la victoria.
Al golf español, me da la sensación que le da lo mismo quien ganara. El triunfo fue para uno de los nuestros, los dos se clasificaron para el British Open y la imagen del golf español se refuerza y de qué manera, con el espectáculo dado por el barcelonés y el madrileño en Münich.
En este caso la espada de Salomón no hizo falta y tanto Sergio como Pablo sellaron tras la lucha en el campo la continuidad de su amistad con un abrazo que refleja su espíritu y la profesionalidad de dos denuestros mejores jugadores en el golf de máximo nivel.
Si (
No(
