Una cifra que no está nada mal. Esta cantidad, reflejada en la lista anual de deportistas mejores pagados publicada por la revista Forbes, es sensiblemente inferior a la que consiguió en 2009, rozando los 100 millones de dólares, pero resulta sorprendente que en uno de los peores años en la carrera de Woods siga ingresando cantidades tan astronómicas.
Para descargarle de presión hay que decir que Tiger no es el único caso en cuanto a deportistas con excelentes ingresos y no demasiado trabajo. Fernando Alonso corrió el año pasado 19 pruebas de Fórmula 1. Sus ingresos: 32 millones de dólares, según Forbes.
En el tenis también tenemos ejemplos y buenos. Rafa Nadal jugó 42 partidos en 2010 e ingresó 31 millones de dólares siendo, además, número uno del mundo. Por su parte, uno de los más trabajadores esta pasada temporada fue el catalán Pau Gasol. La estrella de los Lakers jugó 105 partidos hasta conseguir el anillo logrando unos ingresos totales, entre ficha y publicidad, de 18 millones de dólares.
Al final, la tendencia indica que estos grandes deportistas de máximo nivel buscan cada vez más jugar menos y ganar mucho más. Algo absolutamente loable aunque muchas veces y, sobre todo viendo los tiempos que corren, ver que el deportista mejor pagado del mundo ha jugado sólo 12 torneos, cuando menos resulta grotesco, más aún cuando sus ingresos por premios fueron en 2010 de 1.294.000, siendo el resto ingresos publicitarios.