El norteamericano, ex número uno del mundo y ahora decimotercero en el Ranking Mundial, sigue recuperándose de su lesión en la rodilla izquierda y el tendón de Aquiles. Un problema que, de momento, hizo que se retirara en el The Players Championship después de haber jugado sólo nueve hoyos y que desde entonces esté completamente inactivo, dudándose incluso de su participación, como el mismo ha dicho, en el próximo Major, el US Open.
Woods, que ganó este torneo en cuatro ocasiones, la última en 2009, no podrá alcanzar su quinta victoria en esta cita después de haber sumado también los títulos de 1999, 2000 y 2001. Una ausencia que hará, seguro, que el torneo pierda en interés mediático y en repercusión. Un tema que sigue preocupando a los rectores de la PGA americana. Si Tiger no está, indefectiblemente hay menos audiencias, menos público y menos derechos y venta publicitaria de televisión.
Así las cosas los puntos de interés de esta nueva cita estadounidense se centrarán entre otros en Justin Rose. El defensor del título, inglés para más señas, saldrá hoy jueves a las 7,53 por el hoyo 10. Pocos honores para el ganador del año pasado que saldrá junto a Keegan Bradley, ganador la semana pasada en el Byron Nelson,y el gran pegador Bubba Watson.
Pero sin duda el partido estelar será el formado por Phil Mickelson, que vuelve a jugar después de varias semanas de inactividad, Luke Donald, flamante número uno del mundo que estrena su puesto en tierras americanas, y Charl Schwartzel, ganador del último Masters de Augusta. Los tres saldrán a las 8,04, estos si, por el tee del 1.
Otro de los partidos destacados será el que juegue Rory McIlroy, que saldrá a jugar con Bill Haas y Gary Woodland. Al norirlandés no le perdonan que prefiriera jugar en Europa este año, aunque su calidad contrarrestará, seguro, esa animadversión.
El torneo, que cuenta con una dotación económica de 6.200.000 dólares, comenzó a disputarse en 1976 y se jugará, una vez más, en el mítico Muirfield Village.
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