McIlroy, otro joven descarado

Da la impresión de que Rory MCIlroy está totalmente preparado para ganar su primer Grande. Vigésimo en 2009 y que el año pasado se quedó sin jugar el fin de semana, lleva líder desde el comienzo y la jornada del sábado le ha servido para ratificarse en el liderato firmando birdies cuando más lo necesitaba. Su tarjeta de 70 golpes es un premio a la constancia.

El norirlandés, con su bogey en el 10, sumaba un golpe después de terminar la primera vuelta con birdies al 4 y bogey al 5. Sus birdies en el 13, 15 y sobre todo 17, con un putt magistral, le han dado oxígeno y vida de cara a un domingo que seguro será muy intenso.

Su compañero de juego, el australiano Jason Day comenzó como una moto. Tres birdies en los primeros 5 hoyos. Sin embargo en el 6, 7 y 13 cometió bogey y puso el freno de mano. El birdie en el 15 y otro bogey en el 16 le han dejado con -8, con opciones pero sin esa velocidad de crucero que había demostrado.

El australiano Day iguala con tres jugadores que sí han acelerado, y de qué forma, cuando lo tenían que hacer. Ángel Cabrera, con 67 golpes después de seis birdies y un bogey ya le echa el aliento a McIlroy. Por su parte, el sudafricano Schwartzel también se ha crecido con seis birdies y dos bogeys, 68 golpes para ponerse con -8, lo mismo que K.J. Choi. El caso del coreano es más llamativo. Con 71 golpes se mantiene en buena posición pero ha estado flirteando con el liderato después de una racha de dos birdies consecutivos en el 8 y en el 9. Sin embargo su irregularidad le ha sentenciado y los bogeys del 11 y 12 han mitigado su reacción.

El día ha sido bueno también para otro australiano. Aniumado por su compatriota Jason Day, Adam Scott peleará el domingo porque un australiano gane, por fin, el Masters. Su tarjeta de 67 golpes podía haber sido mejor si no fuera por los bogeys del 16 y 18, que le han dejado mal sabor de boca. Scott había firmado tres birdies en la primera vuelta, bogey al 10, birdie al 11 y eagle al 13, y birdie al 15, y otro birdie en el 17, pero en el 16 y en el 18 pinchó y se ha quedado con -7. Le iguala otro jugador enrachado, Luke Donald, que pelea también contra la tradición de que el ganador de los pares tres no se lleva el Masters. Sus 68 golpes, con cinco birdies y un bogey han sido fruto de un juego sólido y seguro que el domingo puede dar guerra.

En el octavo puesto el primer estadounidense, Bo Van Pelt, que en su primera ocasión que pasa el corte en el Masters ha firmado 68 golpes gracias a cinco birdies y un bogey en el 18 que le ha frenado en seco. Está con -6.

Más atrás un Tiger que ha dejado de rugir en una ronda de 74 golpes y que iguala con -5 a Ogilvy, Couples, Watson y Fisher, mientras que Mickelson, el defensor del título, sólo ha podido restar un golpe y está con -3.

Juventud al poder en Augusta protagonizada por un norirlandés que está muy seguro de sí mismo y ha pasado una dura prueba. Todavía le queda la reválida el domingo.