McIlroy continúa con su monólogo

Con 21 años, McIlroy sigue caminando por el Masters sin importarle su alrededor, y mantiene una ventaja de tres golpes después de dos días de competición con un sólo bogey cometido en 36 hoyos. Ese error, en el 12, ha sido contrarrestado con cuatro birdies. "Estaba muy concentrado. No he embocado todo lo que hubiera querido, pero soy líder y no me puedo quejar", decía Rory.

El norirlandés continúa muy serio aunque tiene al acecho al australiano Jason Day, a dos golpes, otro de los protagonistas del día al firmar 64 golpes, con ocho birdies sin errores contagiado por el líder, con quien compartía partido. "Lo hemos pasado muy bien juntos en el campo", decía Jason, que estaba ansioso por jugar el fin de semana. "Trataré de divertirme el fin de semana".

Con -7, K.J. Choi, que sigue serio y con buen ritmo tras firmar 70 golpes, pero sobre todo Tiger Woods, que en una reacción épica propia de un grande, se ha situado ya a tres golpes del líder gracias a su tarjeta de 66 golpes con nueve birdies por tres bogeys y que ya está con -7.

A un golpe del ex número uno Álvaro Quirós y Geoff Ogilvy, que no ceden y se sitúan cerca de los primeros puestos. Con -5 también cuentan con opciones todavía jugadores como Rickie Fowler, otro joven que ha ido acompañando a McIlroy, Y.E. Yang, Ricky Barnes o Fred Couples, que a sus 51 años rejuvence en Augusta. En esa situación se ha colocado Lee Westwood, sin ruido pero con un eagle en el 15 gracias a un gran putt, el inglés vuelve a la primera fila tras firmar 67 golpes.

Han mejorado Luke Donald y Jim Furyk, que con 68 golpes se colocan con -4, los mismos golpes que Ross Fisher, Schwartzel, Snedeker o Sergio García, que se deja ver. No pasan el corte jugadores como Martin Kaymer, número uno del mundo, que se va tras firmar 72 golpes, Francesco Molinari (+2), McDowell (+3), Goosen (+4) o Padraig Harrington (+5).

El fin de semana se promete largo y emocionante porque los jóvenes, con McIlroy a la cabeza van pegando fuerte y avisan de que quieren guerra. Los nervios y posibles lluvias pueden también animar el torneo.