Como si en una película se tratara, la isla del pantano de Valdecañas, en la provincia de Cáceres, se ha convertido en un auténtico tesoro en el que el golf forma parte del botín de una manera formidable. 18 hoyos diseñados y gestionados por Global Green que desde el lunes se encuentra ya totalmente abierto.
¿Qué te llevarías a una isla desierta? La pregunta deja de tener sentido porque ahora, las islas, vienen con casi todo de serie, al menos es lo que ocurre en la Isla de Valdecañas.
A hora y media de Madrid por la carretera de Extremadura, atrvesando la localidad de El Gordo y a los pies de la Sierra de Gredos, Golf Isla Valdecañas se presenta como un proyecto muy atractivo donde los jugadores (piratas o no), pueden disfrutar de un recorrido marcado por el paisaje y donde habrá que afinar en algunos golpes.
Se trata de un diseño muy divertido con abundantes golpes técnicos para entrar en unos greenes muy bien defendidos. Es un campo para pensar y poder disfrutar colocando la bola, sin necesidad de ser un gran pegador. De hecho, desde amarillas no se superan los 6.000 metros, aunque desde blancas sí se puede llegar a los 6.300 metros.
El hoyo más largo es el 12, de 494 metros desde amarillas en el que el green está muy protegido por fuera de límites a ambos lados y por detrás, de tal manera que hace falta afinar en el golpe de entrada. Y eso que la segunda parte del recorrido es más amplia de calles, lo que permite apretar más con el drive en casi todas las salidas.
La primera vuelta, sin embargo, intenta intimidar con calles más estrechas pero con bastantes escapes que se pueden utilizar como recurso. El hoyo 1, por ejemplo, tiene a la izquierda fuera de límites pero a la derecha toda la calle del 9 sirve de apoyo. Es un par 5 hándicap 17 cómodo para empezar. Después, un par 3 cuesta abajo de 175 metros obliga a tener tacto para no pasarse y caer al agua, y de nuevo un par 5 largo y estrecho que puede dar problemas por la izquierda, y cuya entrada en green es una divertida prueba en la que hay que evitar varios búkers muy bien colocados.
Es una de las peculiaridades de este recorrido en el que se pueden contabilizar hasta 90 trampas de arena.
Superados los dos pares cinco de la primera vuelta, los pares cuatro restantes tienen un punto álgido en
el hoyo 6, el más alto del recorrido y desde donde se puede contemplar el magnífico paisaje de este campo, rodeado de agua y con los montes nevados de la Sierra de Gredos. Precisamente este hoyo cuenta con una salida en apariencia estrecha pero que se abre una vez pasado la primer curva. El otro par 3 de la primera vuelta es el hoyo 8, también con agua y estrecheces, y de 166 metros en ligera cuesta arriba. Para terminar, el hoyo 9 que es el hándicap 1 con 396 metros cuesta abajo que precisan de una fina salida y un técnico segundo golpe de entrada a green.
En la segunda vuelta nos encontramos con calles más anchas y por tanto el driver cobra mayor sentido. Ya en el 10 se le puede dar rienda suelta desde el tee y avanzar metros en los 369 de este par 4. También en el 11, primer par 5 de la segunda parte, el driver puede salir alegre aunque calculando el dog leg hacia la derecha que dibuja la calle. Antes de green en este hoyo, el agua de la derecha y la arena de la izquierda puede dar que pensar. En el 12 nos enfrentamos a otro par 5, lo que puede desanimar a los poco pegadores. Para compensar, el hoyo 13, hándicap 18, un par cuatro de 282 metros con agua a la derecha de green y después en el 14 otro par 4 de 306 metros.
Después de estos dos hoyos de recuperación vuelve la tensión con un par 3 de 177 metros, agua a la derecha y fuera de límites a la izquierda.
Para acabar, el hoyo 16 es un par 4 de 344 metros que protege el green con un ligero dog leg a la derecha. Después el hoyo más corto del campo, con 125 metros cuesta arriba en el que su única defensa son los búnkers antes de green, y
finalmente el hoyo 18, de 311 metros y con la cancha de prácticas a la izquierda, obliga a otra fina entrada en green.
Golf Isla Valdecañas es un bonito refugio que a partir de este lunes ya está totalmente abierta.
Los jugadores que entren en ella se encontrarán un divertido campo en el que el juego técnico se combina con hoyos amplios, y donde podrán disfrutar de un paisaje único. Bienvenidos a la isla.