Eso sí, apenas podrán hacer nada. No podrán llamar fuera de las zonas habilitadas para ello y, por supuesto, no podrán hacer fotos de los jugadores, ni hablar por el campo, ni grabar vídeos ni mandar ni recibir mensajes.
Vamos, que, básicamente, no podrán hacer nada con su aparato, excepto en las zonas habilitadas para ello que estarán repartidas por el Club donde se juegue el torneo y que habitualmente estarán bastante alejas de la zona de juego.
Lo que sí podrán es mantenerlo con ellos y no les será requisado en ningún momento, salvo que hagan uso indebido del mismo. Según la PGA, el cambio en la norma se debe a que en los últimos cinco torneos del circuito se permitieron los teléfonos y su uso no molestó a los jugadores en ningún momento por lo que a partir de esta misma semana si usted tiene móvil y quiere ir a ver un torneo de la PGA podrá pasar sin que se lo quiten lo guardias de seguridad.