Casi un 40% aseguraban que Tiger no estaba todavía en su mejor forma y daba la sensación que tenían toda la razón. Otro 40% decía que Tiger lo tenía muy complicado para ganar, quizá viendo el estado de forma de muchos de sus rivales que llegaban a Dubai con el sueño de conseguir un triunfo muy importante para sus carreras, como así ha sido en el caso de Quirós.
Otro 20% cree que Dubai podía convertirse en la rampa de lanzamiento de Tiger que, sobre todo, se ha mostrado muy irregular y así, tal como está el nivel de juego, sobre todo en Europa, da la sensación que va a ser muy complicado ganar algún torneo a no ser que juegue al máximo nivel.
Como conclusión la realidad es que Tiger todavía no está, ni mucho menos al 100% y que todavía le queda para “asustar” como lo hacía antes.