Un año después, 365 días más tarde, la vida se repite como un bucle y Pablo vuelve a hacer lo mismo. Quizá lo más difícil: volver a ganar en el mismo torneo, en el mismo campo y casi frente a los mismos jugadores.
El año pasado, a las pocas semanas, Pablo fue elegido por Colin Montgomerie para jugar el Royal Trophy con el equipo Europeo y fue con su actuación uno de los jugadores destacados. Ahora, sin embargo, las cosas deben de ser diferentes para él. No debe de hacer en su temporada -como sucedía en la película del “Día de la Marmota”- lo mismo que le pasó el año pasado y repetir las mismas actuaciones sin solución de continuidad.
Pablo debe de seguir mejorando, exprimir el limón de su temporada hasta el máximo e intentar volver a ganar, sumar más victorias y situarse en los puestos más altos de un ranking europeo en el que su nombre se coloca el primero, igual que sucedió el año pasado por estas mismas fechas.
Con esta victoria el golf español empieza de la mejor manera posible, ganando y demostrando que con las seis nuevas incorporaciones que llegan desde la Escuela y la de Álvaro Velasco, como ganador del Challenge Tour, tendrá una importancia capital en 2011 en Europa. Ojalá que sea así y que los seis triunfos conseguidos en 2010 se repitan y mejoren las cifras y que los días de la Marmota se queden sólo en las películas de cine.
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