“Jugué muy bien los primeros nueve hoyos, casi perfectos, dijo Martin, al terminar. Lo único que quería era no meterme en problemas y que los hoyos fueran pasando. Estaba jugando muy bien y lo único que necesitaba era meter un par de putts buenos.”
“La verdad es que he tenido mucha suerte, aseguraba el malagueño, pero no sólo en esta última jornada, sino durante toda la semana. Me imagino que será la suerte del ganador, supongo”.
“He estado jugando estos últimos días de una manera bastante decente. Tuve la suerte de golpear bien a la bola y de patear también a un buen nivel. El birdie del 18 ha sido fantástico. Creo que en este torneo he dado lo mejor de mí y de mi juego”.
“Estoy feliz, muy contento, sobre todo me da mucha alegría por haber podido dedicárselo a mi padre. Esta tercera victoria me va a servir para tener un poquito más de confianza y para creer en mí mismo. También para darme cuenta de que las cosas por las que llevo años trabajando están empezando a dar sus frutos lentamente".
"El bogey del hoyo 14, aseguraba Pablo, ha sido consecuencia de lo que me había pasado en el anterior. Me fui completamente a la derecha, no la podía sacar por debajo y la tuve que jugar por encima de los árboles, dándole todo lo fuerte que podía".
En el 17 quería pegar el Driver con fade, era un palo más de la cuenta y me fui al búnker de la derecha de calle. Pegué el hierro ocho y tal vez tenía que haber sido pitching ó el nueve, pegó en el talud y se me quedó tan clavada que ni se veía. Pensé: “Pablo, pero ¿qué estás haciendo?”. Estaba muy tenso, tuve que dropar, la bandera estaba larga a la izquierda, no pegué buen tiro, luego tiré un putt muy malo… total, un triple bogey.
Iba para el tee del 18 pensando: “Pablito, ¿qué vas a hacer ahora, lo mismo que hiciste en Portugal y cargarte el torneo? En Portugal no te concentraste y la fastidiaste, haz el favor de concentrarte ahora y no lo estropees, ¡por Dios hazlo bien, que ya eres mayorcito!”. En el 18 pegué un buen golpe de salida, un buen segundo tiro y dos putts desde unos 12 metros , el segundo de metro y medio, ¡¡y gané!!”