Mil probaturas a un día del comienzo
Celtic Manor es un auténtico hervidero. Casi 200.000 personas se esperan para este largo fin de semana, aunque parece que la mayoría ya estaban en el campo siguiendo las evoluciones de los jugadores en la tercera y última jornada de entrenamientos antes de que mañana comience el espectáculo. Hoy ha sido un día de espera y de probaturas.
Los dos equipos de capitanes, Pavin, con sus cuatro lugartenientes y Montgomerie, con los suyos, incluido Sergio García, no han dejado de dar vueltas durante toda la jornada por el campo, los vestuarios, sus respectivos cuarteles generales, de dialogar con la prensa y con todos sus jugadores.
Con la mente puesta en el madrugón del viernes, los jugadores se han repartido por el campo. Fisher y Poulter han jugado juntos, Miguel Ángel Jiménez y el sueco Peter Hanson han vuelto a formar pareja y los hermanos Molinari no se separan y hoy han vuelto a jugar, como ya hicieron el martes y el miércoles.
En el equipo americano Jim Furyk y Dustin Johnson han compartido partido con un Tiger Woods que cada vez parece más motivado en esta Ryder Cup que va a ser para él el último clavo ardiendo para tener algo positivo de lo acordase cuando pasen los años. Su temporada ha sido para olvidar y una buena actuación, con victroia incluida, borraría muchos malos recuerdos de la mente del número uno del mundo.
En el equipo europeo las sensaciones son muy buenas y sólo había que ver a Sergio García, muy activo hoy, con Luke Donald y Martin Kaymer, sus grandes amigos, para darse cuenta que estaba disfrutando de verdad.
Esta tarde, a partir de las cinco hora española, se celebrará la jornada de apertura y la ceremonia de inauguración de esta trigésimo octava edición de la Ryder Cup. Llegarán entonces los momentos para los discursos de los capitanes y para la emcoción de una presentación, que seguró, será también espectacular.