viernes 10 de septiembre de 2010, 00:00h
- Papá ¿para qué sirven las matemáticas?
- ¿Que para qué sirven? te lo voy a decir. El campo de golf tiene una longitud de 6000 metros, antes eran más cortos, pero ahora, seis mil desde barras blancas y un poco menos desde amarillas. Y son 18 hoyos, por lo tanto la media de distancia por hoyo es de 333,33 metros periódica pura que hay que hacer también con una media de cuatro golpes para que al final salgan los 72 golpes reglamentarios. Pero como hay cuatro hoyos cortos de tres golpes y otros tantos largos de cinco golpes, muchos de los hoyos de cuatro golpes están por encima de los trescientos cincuenta metros e incluso por encima de los cuatrocientos.
Siendo así es prácticamente imposible que yo haga sólo dos golpes para llegar a green, y por lo tanto necesito al menos un golpe más por hoyo en los pares cuatro, esto me obliga a hacer dos putt para al menos estar uno por encima del campo. Lo cual como puedes comprender es imposible. La conclusión es que al final en muchos hoyos estoy dos arriba. Esto me obliga en los pares tres y quizás en algún cinco no muy largo, hacer un par para bajar la media que llevo arrastrando desde el inicio, algo complicado porque el putt, aunque parece una tontería para el que no lo ha probado nunca, es muy complicado; la regularidad de dos golpes por green es prácticamente una utopía.
Por otra parte en teoría el vuelo de la bola golpeada suele ser una parábola cuya trayectoria podría calcularse pero tampoco es así. Muchas veces, la bola describe trayectorias parabólicas complejas en tres dimensiones para irse a fuera de calle, término con el que las complicaciones se multiplican por dos si no es que cae en un bunker a mitad de calle en el que te acuerdas y mucho del diseñador del campo: otras ni se levanta del suelo y traza líneas rectas puras al árbol en cuestión puesto también en medio por ese diseñador del que hablamos y otras simplemente desaparecen durante el vuelo y no sabemos de ellas nunca más y esto genera la posibilidad de la existencia de agujeros negros de antimateria en donde estarían todas las bolas perdidas.
Finalmente, el recorrido de la bola por el green forma parte de la curvatura espacio / tiempo de la teoría de la relatividad que es al menos como así nos explicamos que unos putt largos entren solos y otros a escasos centímetros no lo hagan. Al final, el hándicap es la expresión estadística de mi juego lo que bien sabe la Federación que me ha subido dos décimas esta mañana.
¿Te has enterado, hijo? Eso sin hablar de la imposibilidad de conocer con anterioridad la posición de la bola antes de dar el golpe lo que nos pondría en relación con la física cuántica.
- Mamá, ¿qué le pasa a papá?
-Nada Mario, que tu padre ha perdido el partido de esta mañana.
- Vale, ¿y cómo lo aguantas?
- Bueno siempre es mejor esto que tenerlo en casa dando vueltas como un león enjaulado.
- Ya. Supongo.