Cambio de ciclo

Es significativo que el PGA de la semana pasada haya estado protagonizado por jugadores que no contaban como favoritos.


Martin Kaymer ha ganado su primer Grande pero a la vez ha confirmado que a sus 25 años puede ser uno de los nuevos ídolos del golf, sobre todo alemán. Lo mismo le pasa a Rory McIlroy, que con 21 años y también entre los diez mejores del mundo, puede ser otra de las pieza clave de los próximos años.


Estos nombres parecen eclipsar ya a dos instituciones del golf de la última década. Tiger Woods y Sergio García no pasan por sus mejores momentos. Woods, aunque conserva el número uno, ha demostrado que este año está a otra cosa, y aunque es muy posible que vuelva por sus fueros, todavía no se han cerrado las cicatrices de un años 2010 que le marcará para siempre. Por su parte, Sergio García ya no esconde que no está para jugar y ha descendido de los 50 mejores del mundo. Un descanso mental le vendrá muy bien para retomar con fuerza su carrera, que todavía es larga.


Lo cierto es que a pocos días de conocer la lista de los equipos Ryder, Pavin y Montgomerie tienen sobre la mesa la opción de invitar a estas estrellas. Sin embargo, su actuación y sus muestras de debilidad les pueden condicionar. Y una Ryder sin estos monstruos del golf es ya definitivo para hablar de un cambio de ciclo.