El castellonense no tuvo un día afortunado y entregó una tarjeta de 70 tantos con cinco 'birdies', tres 'bogeys' y un doble fallo. Los 272 golpes acumulados en las cuatro jornadas, le relegaron al puesto 60 de la tabla, 24 puestos por debajo de su clasificación en la ronda de ayer.
Por su parte, Appleby realizó una fantástica última ronda y finalizó el recorrido en 59 golpes, convirtiéndose así en el quinto jugador en la historia del Tour en conseguirlo. El australiano, de 39 años, firmó una tarjeta en la que figuraban 'birdies' en los hoyos 2, 4, 5, 6, 7, 9, 16, 17 y 18 y un "eagle" en el 12 y un total de 11 golpes bajo el par.
De esta forma, Appleby se convirtió en el ganador de la primera edición del certamen, que sustituye al desaparecido Buick Open, con un acumulado de 258 impactos y 22 golpes bajo el par del campo.
El estadounidense Jeff Overton, líder provisional del torneo desde la segunda hasta la cuarta jornada, tuvo que aceptar un segundo puesto con un tanto por encima del australiano. El Greenbrier Classic repartió en su primera edición un total de 6 millones de dólares en premios, de los que algo más de un millón fueron para el vencedor.
Tras este torneo, el estadounidense Tiger Woods se mantiene una semana más como líder de la clasificación mundial de golf, en la que ha incrementado hasta cincuenta centésimas su ventaja sobre el segundo, el también estadounidense Phil Mickelson. Los mejores de la lista mundial mantienen sus posiciones y el primer español clasificados continúa siendo Miguel Ángel Jiménez, instalado en el puesto 37.
Uno de los protagonistas del fin de semana fue el australiano Stuart Appleby, ganador del Greenbrier Classic, una victoria que le ha reportado el ascenso de 65 puestos, hasta el 94. El inglés Ross Fisher, ganador del Abierto de Irlanda, ha
escalado 16 posiciones hasta situarse en el puesto 20.