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¿Quién querría que gane?

¿Quién querría que gane?

Por Guillermo Salmerón
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domingo 14 de junio de 2009, 00:00h

Si yo fuera un genio en mi lámpara mágica y le diera un deseo, ¿cómo reaccionaría usted? Incredulidad, sorpresa, no me haría caso, diría que es una tontería o daría un nombre. ¿Un nombre?, diría usted, sorprendido. Si, porque el deseo que le ofrezco es que su premonición, se convierta en realidad en este 156º Us Open.

No, no es fácil ni siquiera dar un nombre para tener ciertas opciones de acertar en algo tan complicado como un Major. Sólo hay cuatro en la temporada, así que la comparación es complicada. Este año sólo se ha jugado uno, el Masters de Augusta. Tiger jugó, acabó cuarto y Phil Mickelson consiguió la victoria  ¿Les suena la historia? Pues estén atentos porque en este Us Open de Pebble Beach puede pasar lo mismo o quizá algo parecido con los nombres cambiados.

 

 

Pero esas cávalas son las más sencillas. Casi todos pondríamos en nuestras quinielas a Tiger Woods o a Phil Mickelson. Hay que reconocer que apostar por el número 1 o el 2 del mundo no tiene mucho mérito y, claro, los réditos que nos podrían dar no son demasiados.

 

 

¡Arriesguemos un poco! ¿Europeo, americano o…asiático? Vayamos por partes. Si hablamos de europeos a todos nos viene a la cabeza un nombre y un swing como el de Rory McIlroy, que podría firmar su definitivo salto al estrellato mundial si consigue la victoria. Si ganara el irlandés a muchos nos vendría la imagen de lo que Sergio podría haber conseguido si con los años del joven irlandés hubiera ganado su primer Major. Hoy por hoy, la realidad es que McIlroy -si ese jugador que se parece a Rociito- si está en disposición de ganar mientras que Sergio no tiene muchas opciones. Pero de eso hablaremos luego.

 

 

 

Por supuesto que los ingleses están con opciones. Si usted está pensando en Westwood, Poulter, Casey o Donald no está muy desencaminado. Su sueño puede, en este caso, convertirse en realidad. ¿Y Harrignton? Otra apuesta fácil. Por eso lo descartamos. A quienes no debería desechar es a los hermanos Molinari. ¿Se imaginan? Después de la Copa del Mundo una victoria de cualquiera de los dos transalpinos en Pebble Beach pondría a los italianos rozando el cielo más que la tierra.

 

 ¿Y los nuestros? Pues claro. Buenas apuestas. Ninguno cuenta con posibilidades reales de ganar. Álvaro Quirós por su inexperiencia, aunque su enorme pegada puede ser un factor determinante en Pebble Beach. Sergio tampoco, porque no está en su mejor estado de forma. Jiménez, no parece contar, porque este campo es demasiado largo para  él  y Rafa Cabrera y Pablo Martín Benavides porque su victoria sería una auténtica revolución en el golf mundial y da la sensación que van más a aprender y disfrutar que a luchar por la victoria.

 

 

Si hubiera que elegir a un norteamericano, no sería mala una apuesta dedicada a Antonhy Kim, que vuelve después de dos meses sin jugar dispuesto a comerse el mundo y a recuperar el tiempo perdido para meterse en el equipo de la Ryder Cup donde quiere estar cueste lo que cueste. Y si de medio asiáticos hablamos, hablemos de asiáticos enteros y también con opciones. Choi, Fujita, Yang, Yokoo, Ikeda, An y, por supuesto, Ishikawa. Alguno de ellos puede tener opciones.

 

 

Y si ninguno de estos le gusta, ¿qué le parece Watson? Ese sí que es el favorito de todos, aunque sea un favorito emocional. Esa sí que sería una historia bonita de ver, disfrutar y escribir, aunque casi imposible de que se produzca. Y digo casi, ustedes ya saben porque, ¿verdad?    

 

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