Luke Donald no ha tenido una excelente temporada. Hasta hoy había terminado noveno en el Accenture Match-Play y segundo en un gran torneo en Wentworth, en el BMW Championship. En Estados Unidos las cosas no le han ido mal pero seguía peleado con la victoria. Este año las cosas pueden cambiar para él con un triunfo como este de Madrid. No en vano no ganaba desde 2006. "Llevaba cuatro años sin ganar y ha sido un poco frustrante. Estoy muy contento de haber jugado como lo he hecho. esto significa muchísimo para mi. Rhys ha ido presionándome todo el tiempo y ha sido un día muy duro, pero he intentado mantener una actitud positiva durante todo el día. No ha sido fácil ganar. esto lo hace mucho más importante", decía un Donald pletórico tras la victoria.
Esa fue la última vez que se subió a lo lato del cajón. Lo hizo en Estados Unidos. Después de esa victoria ni un título más, ni en Europa ni en la PGA norteamericana. A pesar de eso, Donald es un jugador muy regular y sus buenas actuaciones a ambos lados del Atlántico le han llevado a colocarse en la decimotercera plaza de un ranking mundial que tras la victoria en Madrid mejorará sustancialmente.
Se da la circunstancia que Donald no ganaba en Europa desde el año 2004, hasta ahora el mejor de su carrera en el Viejo Continente. En aquella temporada ganó tres torneos, el WGC World Championship, el Omega Masters y el Scandinavian Masters. Una temporada para recordar y para ponérsela como ejemplo de lo que quiere hacer en su carrera. Lamentablemente para él, esas sensaciones no volvieron más y su juego nunca ha sido como el de 2004, aunque sus clasificaciones en el Ranking Mundial, en la Fedex Cup y en la Race to Dubai digan lo contrario.
Este año Donald ha jugado 11 torneos en Estados Unidos, donde juega más habitualmente. Ha quedado segundo en una ocasión, en el Northern Trust, tercero en otra, en el Verizon, y cuatro veces entre el Top-Ten. También ha fallado cuatro cortes, lo que refleja cierta inseguridad. En Europa sus cifras son más modestas, aunque la segunda plaza en Surrey le daba como uno de los claros favoritos en Madrid.
Y no ha decepcionado a nadie. Tras la caída el viernes de Sergio García y Miguel Ángel Jiménez, el golf español se quedaba sin buena parte de sus favoritos. Quirós, Fernández Castaño y Garrido parecían ser los únicos capaces de atraer a la gente al campo y el eagle de Álvaro en el 18 hizo que el domingo la Real Sociedad Hípica española presentara la mejor entrada de la semana.
Sin embargo, nuestro gozo se vio en un pozo muy pronto. Quirós no arrancó con fuerza y Donald lo hizo con toda la potencia de la que puede disponer. En sus nueve primeros hoyos, el inglés hizo 33 golpes y firmó cuatro birdies y un solo bogey en el hoyo 6 que le mantenía con todas las posibilidades de optar a la victoria. Davies, Molinari y McDowell intentaban seguir la estela de un Donald que había metido el turbo y que, simplemente, intentaba no cometer errores que le pudieran quitar el título.
Quirós hundía sus naves y su bola se iba al agua en el hoyo 10. Un ocho que le alejaba definitivamente de la lucha por la victoria y de los puestos de honor Luego, dos hoyos después un nuevo bogey en el 12 terminaba por reventar un mal día para él. Mientras, Gonzalo Fernández Castaño terminaba su actuación con un birdie en el 18, reventado por el esfuerzo de juego y organizativo y con un balance sobresaliente de lo que ha sido esta tercera edición del Madrid Masters. Sus números, al final acabó con -3, son lo de menos. La satisfacción por el trabajo bien hecho y por la ilusión de seguir haciendo cosas, le harán mejorar y luchar algún día, quien sabe, por la victoria en su torneo.
Otro de los destacados fue José Manuel Lara que, por cuarta vez esta temporada, pasó el corte. Al final -9 y con sabor a decepción porque pudieron ser -10 si hubiera embocado un putt de menos de metro y medio para hacer el récord del campo. Lejos parecen quedar ya los primeros siete u ocho torneos de la temporada en los que no pasó el corte y todo el mundo se preguntaba que le pasaba.
Con Donald y Davies, el italiano Francesco Molinari tampoco quería abandonar la fiesta antes de tiempo y con un juego excepcional, el que ha tenido durante los cuatro días, se aferraba a la victoria como el que más. En el 14 llegó a approchar desde el green para intentar dejarse una bola dada superando un gran piano por arriba, pero el bogey llegó y se colocó con -17, a dos golpes de un Donald que seguía impasible hacia la victoria, sin cometer fallos y con Davies siempre tras él, como si este Madrid Masters fuera un remake de “Con la muerte en los talones”.
Al final, un eagle en el hoyo 16, un precioso par 5 accesible, le dio la victoria. Davies no pudo recortar ni en el 16 ni en el 17 el golpe de diferencia que le sacaba. A la espera Molinari esperaba un milagro que no se produjo y Donald con sendos pares al 17 y al 18 sellaba una de las victorias más importantes de su vida. "Estas dos semanas han sido muy importantes para mi posicionamiento en el ranking mundial y la Ryder Cup. Espero que esta victoria me haya metido de lleno en el equipo. Quizá en Gales, donde jugaré la semana quie viene pùeda dar el golf desfinitivo a mis aspiraciones".