Llegó a Mallorca sin un objetivo claro. El primer día no afinó y estuvo más ausente, lamentándose de algunos golpes. No estaba siendo el año de Gonzalo. Venía de terminar el 30 en el Open de España o el 28 en el Volvo China Open. Su mejor resultado este año era un sexto puesto en el Open de Andalucía, y su objetivo estaba centrado en poder alcanzar a los 50 mejores del mundo.
Lejos quedaba la victoria de 2005 en Holanda, la del BMW Asia en 2006, la de Italia en 2007 y la del British Masters en 2008. Tampoco se veía al Gonzalo que el año pasado terminó segundo en cuatro ocasiones, tres de ellas consecutivas.
En Pula Golf, sin embargo, ha cambiado el viento, y fue precisamente la jornada del viernes, con un vendaval que hizo estragos en la clasificación, cuando salió el Gonzalo trabajador, concentrado en cada golpe. "Estoy agotado mentalmente", decía. Con un sensacional 68 en las condiciones en las que se jugó salió reforzado y el sábado alcanzó el liderato con otro 68 en una ronda mucho más pausada, tranquila, de zancada larga y manos atrás, como a él le gusta. "Este campo me estresa", comentaba, aunque no lo parezca porque el sábado sólo cometió un error en el 18.
El domingo no pudo ser. Salió con hambre y procurando dar los golpes con esa misma calma pero pronto se vio que no era el día. Volvían los lamentos y los nervios. "He comenzado nervioso y aunque me he intentado reponer he fallado varios putts cortos y eso te afecta en el juego" Cuatro bogeys por tres birdies en la primera vuelta indican una de esas rondas peleonas. UN solitario birdie, dos bogeys y un doble bogey le dejaron al par. Gonzalo no afinaba con el putt, y eso que Chema Olazábal le había dado unos consejos de última hora. "Me ha dedicado el 100 por 100 y estoy trabajando sobre todo el ritmo".
La zancada de Gonzalo no ha llegado a la meta pero algo ha cambiado. "Estoy deseando llegar a Wentworth", decía. Ha cambiado su actitud y el trabajo ha dado algo de fruto. Gonzalo camina lento pero seguro. Es de zancada larga.
Si (
No(
