Es una suerte que España sea la puerta de entrada del Circuito Europeo y nada más y nada menos que con la Copa de Europa de Naciones. Las dos mejores jugadoras de 18 países, incluidos Australia y Estados Unidos como invitados, han dado un espectáculo de golf del más alto nivel.
Se dice pronto pero en La Sella han estado Anna Nordqvist y Karrie Webb, número 7 y 8 del mundo, y no han defraudado. Suecia y Australia han sido las protagonistas en un final épico que ha dado aún más realce a la competición organizada por Deporte & Bussines con el patrocinio de VCI, la empresa de captación de inversiones en la Comunidad Valenciana.
Nordqvist ha estado flanqueda por Sophie Gustafson, la número 21 del mundo, y la pareja ha demostrado el poderío del golf sueco. Si en la primera ronda sus 67 golpes quedaron eclipsada por los 66 de Austria y España, en la segunda sus 62 (-10) dejó claro que iban a por el torneo, y resistieron el envite, de Dinamarca primero y de Australia después, con el rostro impasible, piano-piano, golpe a golpe...el hielo sueco no se derrite. Parece como si ya supieran que iban a ganar y ni siquiera la necesidad de hacer eagle en el 18 para forzar el play off las hizo temblar.
Ese nivel de competición ha sido el éxito de esta tercera edición de la European Nations Cup que esperaba algo más de Alemania, con Monje y Hauert, entre las 20 mejores de Europa, o de Inglaterra, con Stupples y Melissa Reid. Alemania ha terminado en el puesto 11 y las inglesas en el 12.
Lo mismo se puede decir de las españolas Tania Elósegui y Emma Cabrera. Si bien la guipuzcoana no está en su mejor momento, empezaron bien, gracias a su compenetración, pero en cuanto vinieron los malos momentos bajaron los brazos. Se ha echado en falta más espíritu competitivo del equipo español.
El putt fallado por la australiana Karrie Webb, buscando birdie para empatar el tercer hoyo del play off, fue la imagen de la emoción y del buen nivel de una competición que crece cada año.
Si (
No(
